Éstas son medidas
01/10/2010 - 09:45
La ventana
JOSÉ CAVERO,
PERIODISTA
El Gobierno insiste en que no aparece resquebrajamiento o fisura de ninguna clase en ninguna entidad bancaria.
En las horas siguientes al anuncio de Zapatero sobre fondos garantizados sobre cien mil euros por titular y entidad, y fondo temporal del Estado con cargo al Tesoro de hasta cincuenta mil millones, he escuchado la exclamación feliz: !Éstas sí que son medidas!, frente al medio centenar de anteriores medidas adoptadas por el Gobierno. Desde luego, poco tienen que ver estos miles de millones de euros con las tres bombillas prometidas por Sebastián, que en las últimas semanas se han reducido a dos, y que aún están a la espera de conocer quién, finalmente, las fabricará.
Estos dos fondos sí que son medidas, de las que hacen enmudecer a propios y a extraños: Rajoy aplaude la primera y quiere saber más detalles de la segunda, pero en principio nada tiene que oponer a estas decisiones. Y Durán i Lleida aplaude sin disimulos, y sostiene que este tipo de decisiones son las que siempre ha deseado su grupo catalán.
Las dos medidas, en efecto, son de muchísimo dinero, y posiblemente tuvieron origen o al menos comunicación previa en el encuentro de Zapatero con los seis banqueros. La primera, la garantía para los cien mil euros por titular y entidad, estaba a la espera de comprobar qué determinaban los ministros de Finanzas de la EU, que daban su visto bueno a los primeros cincuenta mil, y que abrían paso a los países que prefirieran elevar esa cantidad. España se sitúa en cabeza: cien mil euros, que deberán garantizar las muy solventes entidades financieras españolas. El Fondo de Garantía de Depósitos, en efecto, lo aportan tales entidades, con autorización del banco de España y del Consejo de ministros. A algunos ha podido sorprender la nula intervención que hayan 'podido tener, siquiera hasta el momento, asociaciones bancarias como la patronal AEB, que en los últimos años ha ido perdiendo facultades... Pero si el primer fondo es para situaciones de quiebra bancaria, el segundo fondo debería ser mucho más activo y eficaz desde el primer momento. Se trata, ni más ni menos, que de activar la liquidez bancaria. Las entidades bancarias dispondrán de esa cantidad importante -de 30.000 millones que pudieran elevarse hasta los cincuenta mil- para disponer de dinero contante y sonante a cambio de los activos sanos de bancos que adquirirá temporalmente el Estado.
Este segundo fondo sí parece haber sido discutido, negociado y aprobado en esa reunión de Zapatero con los seis banqueros.El mensaje de Zapatero, como el que horas antes había expresado el gobernador del Banco de España, en todo caso, es clarísimo: no existe el menor temor, ni debe mantenerse la menor sospecha, de que el dinero de los españoles, donde mejor está, es en los bancos, que nadie garantiza más y mejor esos ahorros que las entidades bancarias. Con bastante probabilidad, los responsables de la economía española respondían de este modo, y con bastante presteza, a algunos gestos y actitudes ya comprobados en alguna entidad bancaria, donde se había llevado a cabo un importante retirada de fondos no se sabe con qué destino ni propósito, salvo el de protegerlos ante eventuales coyunturas adversas, después de haber observado la caída de grandísimos bancos de Estados Unidos y de países europeos.
En todo este espectáculo de fondos millonarios se ha producido una reacción extraña y sorprendente, la del portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, quien ha indicado que la Oposición debiera analizar detenidamente su apoyo a estas medias, que significan un importante esfuerzo para los contribuyentes, en un momento en el que la vulnerabilidad de España en los mercados internacionales es muy intensa... Algunos pudieran sospechar que el encuentro anunciado de Zapatero y Rajoy, y en mayor medida la sesión preparatoria de Solbes y Montoro, ha dejado de tener interés. Montoro ha perdido el anunciado protagonismo...
Estos dos fondos sí que son medidas, de las que hacen enmudecer a propios y a extraños: Rajoy aplaude la primera y quiere saber más detalles de la segunda, pero en principio nada tiene que oponer a estas decisiones. Y Durán i Lleida aplaude sin disimulos, y sostiene que este tipo de decisiones son las que siempre ha deseado su grupo catalán.
Las dos medidas, en efecto, son de muchísimo dinero, y posiblemente tuvieron origen o al menos comunicación previa en el encuentro de Zapatero con los seis banqueros. La primera, la garantía para los cien mil euros por titular y entidad, estaba a la espera de comprobar qué determinaban los ministros de Finanzas de la EU, que daban su visto bueno a los primeros cincuenta mil, y que abrían paso a los países que prefirieran elevar esa cantidad. España se sitúa en cabeza: cien mil euros, que deberán garantizar las muy solventes entidades financieras españolas. El Fondo de Garantía de Depósitos, en efecto, lo aportan tales entidades, con autorización del banco de España y del Consejo de ministros. A algunos ha podido sorprender la nula intervención que hayan 'podido tener, siquiera hasta el momento, asociaciones bancarias como la patronal AEB, que en los últimos años ha ido perdiendo facultades... Pero si el primer fondo es para situaciones de quiebra bancaria, el segundo fondo debería ser mucho más activo y eficaz desde el primer momento. Se trata, ni más ni menos, que de activar la liquidez bancaria. Las entidades bancarias dispondrán de esa cantidad importante -de 30.000 millones que pudieran elevarse hasta los cincuenta mil- para disponer de dinero contante y sonante a cambio de los activos sanos de bancos que adquirirá temporalmente el Estado.
Este segundo fondo sí parece haber sido discutido, negociado y aprobado en esa reunión de Zapatero con los seis banqueros.El mensaje de Zapatero, como el que horas antes había expresado el gobernador del Banco de España, en todo caso, es clarísimo: no existe el menor temor, ni debe mantenerse la menor sospecha, de que el dinero de los españoles, donde mejor está, es en los bancos, que nadie garantiza más y mejor esos ahorros que las entidades bancarias. Con bastante probabilidad, los responsables de la economía española respondían de este modo, y con bastante presteza, a algunos gestos y actitudes ya comprobados en alguna entidad bancaria, donde se había llevado a cabo un importante retirada de fondos no se sabe con qué destino ni propósito, salvo el de protegerlos ante eventuales coyunturas adversas, después de haber observado la caída de grandísimos bancos de Estados Unidos y de países europeos.
En todo este espectáculo de fondos millonarios se ha producido una reacción extraña y sorprendente, la del portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, quien ha indicado que la Oposición debiera analizar detenidamente su apoyo a estas medias, que significan un importante esfuerzo para los contribuyentes, en un momento en el que la vulnerabilidad de España en los mercados internacionales es muy intensa... Algunos pudieran sospechar que el encuentro anunciado de Zapatero y Rajoy, y en mayor medida la sesión preparatoria de Solbes y Montoro, ha dejado de tener interés. Montoro ha perdido el anunciado protagonismo...