Estatutos sin consenso
01/10/2010 - 09:45
Editorial
Tras meses de debates y de buenas intenciones truncadas, el estatuto de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, se aprobará, previsiblemente, la próxima semana, eso sí, sin el consenso que hasta la fecha han venido poniendo de manifiesto los vocales socialistas y populares.
Si bien es cierto que los estatutos favorecen la modernización de su estructura de funcionamiento y organización, manteniendo los actuales órganos de Gobierno, crea, además, un nuevo sistema de representación que aunque busca garantizar un mayor equilibrio entre los habitantes de los diferentes municipios miembros y sus representantes en la asamblea, no acaba de conseguir encontrar el acuerdo general de todos los miembros. El principal escoyo es la existencia de diferentes criterios para establecer la representación de los municipios miembros, algo que tras cerrar el periodo de alegaciones se mantendrán según se presentaba ya en el mes de junio. En la actualidad, los siete municipios que componen la MAS tienen 15 representantes que pasarían a ser 21 tras la aprobación de los nuevos estatutos que darían el visto bueno a la ampliación del número de miembros. Y es el nuevo reparto lo que ha generado el mayor enfrentamiento entre populares y socialistas siendo el número de vocales que corresponden a Guadalajara y a Alcalá el punto clave en el desacuerdo.
Mientras que con la propuesta popular Alcalá duplicará sus miembros (de cuatro a ocho), y Guadalajara pasará de tres a cinco, los socialistas hacen el reparto poblacional de tal modo que Alcalá se quedaría con 6seis vocales y la capital tendría cuatro (hasta que alcanzara los 100.000 habitantes, cuando pasaría a cinco). Una cuestión de matemáticas que se traduce en un reparto de poder, que todavía está por ver, ya que la ampliación estatutaria debe ser ratificada al menos por cuatro de los siete municipios miembros y ni PP ni PSOE cuentan con mayoría absoluta en más de tres, siendo la clave del desempate el PADE de Alovera, donde los populares gobiernan en minoría con esta formación.
Mientras que con la propuesta popular Alcalá duplicará sus miembros (de cuatro a ocho), y Guadalajara pasará de tres a cinco, los socialistas hacen el reparto poblacional de tal modo que Alcalá se quedaría con 6seis vocales y la capital tendría cuatro (hasta que alcanzara los 100.000 habitantes, cuando pasaría a cinco). Una cuestión de matemáticas que se traduce en un reparto de poder, que todavía está por ver, ya que la ampliación estatutaria debe ser ratificada al menos por cuatro de los siete municipios miembros y ni PP ni PSOE cuentan con mayoría absoluta en más de tres, siendo la clave del desempate el PADE de Alovera, donde los populares gobiernan en minoría con esta formación.