Este Gobierno tiene demasiados agujeros
09/06/2011 - 00:00
El Gobierno de España muestra un funcionamiento deficiente en demasiadas áreas. Es evidente la falta de coordinación. Los errores de ciertos ministros ante algunos de los muchos problemas que se suceden son clamorosos, lastrando la imagen exterior de nuestro país y la confianza interior en una seguridad jurídica muchas veces vulnerada. Y da la impresión de que ni los llamados interlocutores sociales ni las restantes fuerzas políticas están dispuestos a aportar su grano de arena para una mejor marcha del país.
No queda otro remedio que hacer un diagnóstico tan duro cuando, este viernes, el Gobierno se ve forzado a legislar sobre la negociación colectiva ante la falta de acuerdo de patronal y sindicatos. Ni la una ni los otros se han mostrado demasiado felices con la intervención gubernamental, que era obligada si se quiere que Zapatero acuda a la 'cumbre' europea del próximo día 23 con 'algo' en sus manos.
Temo que estamos, así, ante otra reforma parcial, insuficiente -como la laboral, como la de las pensiones-, que resulta dudoso que vaya a crear puestos de trabajo en un país en el que el representante máximo de los empresarios dice que estos están "aterrorizados" ante la idea de contratar a un solo trabajador nuevo.
Y, entrando en otros terrenos, ¿qué ha ido a hacer Trinidad Jiménez, que es la ministra de Exteriores por si usted no lo recuerda, a expresar su apoyo a los rebeldes libios en Bengasi, mientras su colega de Defensa, Carme Chacón, prorroga la intervención militar española en el país norteafricano en medio de la indiferencia ciudadana ante esta guerra olvidada? ¿Y dónde está la ministra de Sanidad, Leire Pajín, cuando aún no se ha apagado el fragor de la 'crisis de los pepinos'? ¿Dónde el titular de Industria para explicarnos la marcha atrás en la limitación de velocidad a 110 kilómetros por hora, o el loco oscilar de los precios del carburante, o el extraño 'plan renove' de los neumáticos? ¿Dónde la ministra de Cultura, dónde la de Ciencia y Tecnología? ¿A qué dedican su tiempo libre -no será a ejercer como diputados, cuya actividad es, ahora oficialmente, cada vez más escasa_ los señores ministros? Vea, vea usted la agenda del Gobierno que diariamente se nos envía a los periodistas y pásmese ante la inacción generalizada, ante los huecos rellenados sin ton ni son por los integrantes del Consejo de Ministros.
Ya sé, ya sé que al menos hay uno que no tiene tiempo para nada, dada la acumulación de cargos, cargas y responsabilidades que se ha echado o/y le han caído encima. ¿En cuál de sus despachos estaba el titular de Interior cuando dos mil jóvenes se apiñaban frente al Congreso de los Diputados gritando "queremos entrar a legislar"? ¿Qué viaje para convencer a la militancia de sus bondades como futuro candidato a La Moncloa estaba realizando el responsable de la seguridad ciudadana cuando los comerciantes estaban a punto de amotinarse ante las 'acampadas' en la Puerta del Sol, cuando los (creo que justamente) indignados planificaban concentraciones ante cada sede autonómica aprovechando las tomas de posesión de los nuevos/viejos presidentes?
Quién sabe qué acabará ocurriendo para salir de las arenas de este desierto, que en el fondo es un atolladero: ¿Habrá finalmente sesión de investidura, como quiere Rubalcaba? ¿Anticipación de elecciones?... Puede que Zapatero, forzando su propia pirueta, decrete que no pase nada y puede que lleguemos, a trancas y barrancas, hasta el mes de marzo, que es cuando ha de agotarse forzosamente la Legislatura.
Incluso es posible que el presidente salga relativamente airoso de un debate sobre el estado de la Nación, a finales de este mes, en el que, pese al tono relativamente moderado que últimamente está adoptando, Mariano Rajoy tendrá que sacar a relucir muchas de las cosas que están pasando y muchas otras que no suceden y deberían suceder.
Puede que eso ocurra. O no, porque el camino está sembrado de pedruscos. Lo que resulta, a mi juicio, imposible es seguir tirando con este Gobierno, tal como está. No creo que podamos llegar a las vacaciones de verano sin, al menos, una remodelación en tres o cuatro carteras. Al tiempo.
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