ETA y sus amigos

20/12/2010 - 00:00 Antonio Casado

 
Parecemos nuevos. Jaleamos la expectativa de un comunicado de ETA como si aún no hubiéramos aprendido con quien nos estamos jugando los cuartos. Por si acaso, Arnaldo Otegui, probablemente el más conocido entre los dirigentes de la llamada izquierda abertzale (léase amigos políticos de ETA), nos lo ha recordado desde la cárcel de Logroño: "El Estado no se moverá. Hay que obligarle. No nacimos para resistir sino para ganar". Con los antecedentes sobre la mesa, lo de obligar al Estado suena a lo que siempre sonó el poder conminatorio de un grupo terrorista. Léase capacidad de chantajear al Estado y a sus ciudadanos. Lo demás son cuestiones que sólo afectan a la relación entre el brazo político (la ilegalizada Batasuna) y el brazo terrorista de una causa común: la de Euskadi una, grande y libre, como unidad de destino en lo universal. De eso se trata en el aquí y ahora de la mencionada expectativa. Por un lado, la consabida tregua "permanente, unilateral y verificable" que le piden sus amigos políticos y algunos profesionales de la mediación internacional. Y por otro, el lanzamiento de un nuevo partido de la izquierda abertzale cinco minutos después del comunicado de ETA, que se ajustaría formalmente a la legalidad y proclamaría la apuesta por las vías pacíficas hacia un País Vasco independiente. Según los expertos, ETA se ha venido resistiendo a declarar la anunciadísima tregua -siguen diciendo que está al caer- porque en las actuales circunstancias no obtendrían nada a cambio. El vicepresidente Rubalcaba y toda la doctrina oficial se centra en el mismo mensaje. Ya no sirven las treguas. Solo sirve el abandono definitivo e incondicional de la violencia. A diferencia de otras ocasiones, esa doctrina tiene ahora un asiento mucho más sólido. A saber: el acoso policial, el acoso judicial, el acoso internacional y la complicidad del PNV. De todo eso es perfectamente consciente la banda terrorista. De ahí que se resistan a emitir un comunicado de paz sin pasar factura. Y no la pueden pasar porque nadie está dispuesto a pagarla. En resumen, si se produce la anunciada tregua de ETA, según el modelo sugerido por ciertas personalidades internacionales en la llamada declaración de Bruselas, del 29 de marzo, únicamente sería por hacerle un favor ocasional, oportunista, a los Otegui, Echevarria, Erquicia, que están como locos por poderse presentar con una marca "legal" a las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011. Pero ahí toparán de nuevo con la Fiscalía General del Estado, donde todo está preparado para la impugnación de cualquier partido que pretenda la continuidad de Batasuna con otro nombre y otro ropaje legal. La vía sería la del incidente por ejecución de sentencia. .