Excesivamente vulnerables

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

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Te cuento
Acostumbrados a ver la pobreza con un prisma de distancia, la crisis económica ha acercado vertiginosamente esta otra realidad, aunque con ciertas distancias, a nuestro ámbito más próximo poniendo de manifiesto nuestra excesiva vulnerabilidad en pleno siglo XXI. Las frías estadísticas del paro se han traducido en los pueblos en familiares, amigos, vecinos y conocidos, con nombres y apellidos, que necesitan ayuda con mayúsculas. Familias que tratan de sobrevivir con 420 euros del subsidio por desempleo, que ven cómo el próximo mes no podrán pagar el alquiler y esperan una solución antes de que pasen los seis meses fijados para que los echen, o que no tienen ni dinero para comprar ni comida para alimentar a sus hijos.
Una situación dramática en la que los niños no pueden ir a una excursión del colegio que cuesta 20 euros o acudir al cumpleños de un compañero porque tampoco puede llevarle un regalo. Algo nimio esto último si se tiene en cuenta que algunos han tenido que pasar el invierno sin calefacción ni luz porque no pueden pagarla. Una realidad impensable en la que toda ayuda es poca y es necesario que todos aportemos nuestro granito de arena.