Felipe González: "Pude haber volado la cúpula de ETA"

07/11/2010 - 00:00 José Cavero

Espectaculares declaraciones y revelaciones las que el ex presidente del Gobierno, Felipe González, ha hecho este domingo al diario El País, en una larga entrevista que ocupa diez páginas en el referido diario. Una de tales revelaciones es la que destacan los titulares del propio periódico: "Tuve que decidir si se volaba la cúpula de ETA. Dije no,. Y no sé si hice lo correcto", revela González. Dice su entrevistador que González también habla cansado, como un poco harto de que la realidad no acabe de organizarse de acuerdo con sus deseos, y habla como el señor mayor que es (68 años), pero también como un chico joven fascinado por las nuevas tecnologías y por los retos de la vida contemporánea. Y que a ratos se manifiesta como un hombre pragmático y a ratos como un utopista.

El periódico destaca algunas afirmaciones de FG: - "En el 77 me quise ir. Ya habíamos cumplido lo que nos propusimos en el 74, en Suresnes. Alfonso Guerra me convenció de que era un disparate" - "La noche del paso del siglo, de 1999 a 2000, en Acapulco, mi hijo Pablo, siendo mayor, se enteró de que allí había un restaurante japonés y quiso que fuéramos a cenar. Cuando volvíamos a casa, dijo: "¿Te das cuenta de que es la primera vez que la familia, junta, salimos a cenar a la calle? Eso sí me impresionó" - ¿Asesinatos de Lasa y Zabala? "Galindo no participó ni dio la orden. Las pruebas negativas no existen, pero estoy seguro de que no fue el responsable" - "He oído a un ministro del Interior francés decir, cuando empezaron a pedirle cuentas del uso de los fondos reservados: "Mire, tiene usted razón, me lo puedo haber gastado en señoras y aunque no sea verdad no le puedo explicar en qué lo gasté...". - "Me apetece escribir un artículo diciendo: 'Ciudadano de renta media busca entidad financiera que lo trate como ciudadano y que lo respete como cliente, cuidando su ahorro y no utilizándolo como un instrumento para colocar productos basura o incomprensibles". - "Me gusta la novela histórica. La novela policíaca, la clásica. Soy compulsivo leyendo". ¿Y va al cine? "No, nunca". ¿Televisión? "Vi algo de 'Cuéntame"... - ¿Una casa en Marruecos? "No tengo dinero para hacérmela. Tengo la mitad de una parcela. En algún momento tendré una casa para vivir en Madrid" - "Cuando estoy tenso o muy cargado, si estoy cuatro horas diseñando algo con las manos, se me pasa la tensión. Es una buena terapia. Además, me da otro espacio para satisfacer la curiosidad. Soy hiperactivo, me cuesta estar parado" - "Suárez tenía mucha más vocación política que yo. Discutíamos sobre EEUU en época de Carter. '¡Lo que yo haría si fuese presidente de ese país!', dijo" - "Estamos incubando la siguiente crisis. La diferencia será que los ciudadanos ya no tolerarán centenares de miles de millones para rescatar a los banqueros" - ¿Fondos reservados? "Dijeron que había que tener recibos, justificantes de la entrega de esos fondos. ¡Hasta ese ridículo hemos llegado en nuestro país!"La corrupción fue para mí una gran decepción, una gran frustración y probablemente una de las razones por las que decidí no hacer más política institucional" Pero dice muchísimas cosas más, en las muchas horas del encuentro Por ejemplo, ¿cómo recuerda los problemas de corrupción de su Gobierno?: Lo viví, primero, con absoluta incredulidad, y después con sufrimiento. Eso golpea mucho. No me lo creía. Pensaba que era imposible que tal o cual tipo -no voy a decir nombre- se corrompiera por dinero. Después me parecía insoportable en términos de sufrimiento. Nunca hice un ejercicio sano de cinismo como veo que ahora hace Rajoy pidiéndole al santo Apóstol que le ayude a limpiar la vida pública, mientras Camps se golpea el pecho a su lado. Fue una de las cosas que más me desgastó internamente. No hablo ahora del Gobierno, que también se desgastó. Internamente, quizá sea uno de los factores de condicionamiento para apartarme de la política institucional después de salir del poder. -¿Y respecto a la malversación de caudales públicos?: Eso es más dudoso, aunque estoy seguro de que Barrionuevo no se lucró nunca de sus puestos; y creo que, lucrarse personalmente, tampoco en el caso de Vera, ya más difícil de demostrar. Pero el hecho evidente es cómo vive Vera, y todavía tiene embargado lo único que tenía: el chalé que era de su familia, no de la suya, de la de su esposa. En algún momento se debería haber notado si había tenido ingresos excepcionales por alguna vía.

   La otra discusión, absurda y que conduce a la melancolía, es cómo se manejan los fondos reservados, de los que era responsable, que por definición son reservados y que aquí abrió un debate ridículo porque dijeron que tenían que tener recibos, justificantes, de la entrega de esos fondos. Es decir, los chivatos o los infiltrados que funcionaban para la policía, previo pago de su importe, en la lucha contra el terrorismo tenían que firmar los recibos del dinero que les daban. ¡Hasta ese ridículo hemos llegado en nuestro país! Espionaje, tarea sucia: En España siempre hemos sido muy frágiles en información, en inteligencia, en la mayor parte de los casos nuestra inteligencia ha dependido de los militares, los únicos capaces de sacrificarse para prestar ese servicio al país. Nosotros no hemos tenido catedráticos de Universidad en inteligencia o altos funcionarios, como ha ocurrido siempre en el Reino Unido. ¿Por qué? Porque los servicios de inteligencia, el espionaje, nos parece una tarea sucia. Y lo es. Eso está mucho más claro en el pensamiento de la izquierda. La izquierda comunista la considera una actividad repulsiva y vergonzosa, salvo cuando está en el poder. En el uso de fondos reservados, ¿cuántas normas violas? Para empezar todas las fiscales, pero todas las de control presupuestario también. ¿Es ilegal lo que hacen? No. Una ley permite hacer uso de fondos reservados. Cuando entra en contradicción esa ley consigo misma es cuando se trata de regular, para tener constancia del uso de los fondos. Mediocracia.- La democracia se ha convertido en mediocracia. En los dos sentidos: democracia mediática y mediocre. Personas que van a programas llamados del corazón, en los que confunden los asuntos de cama de no sé quién con un debate político serio, no me parece aceptable. Además, lo han exaltado porque han comentado: "Se atreven a ir a programas que de verdad son populares". No lo entiendo. Es parte de la banalización de la política, aunque no seamos conscientes de ello. Alguien del mundo de la política puede ir a un programa de humor por ácido que sea, ningún problema, pero a un programa que mezcla las historias de intimidad exhibida con el debate político, es peligroso. Es la servidumbre de creer que la opinión está ahí..