Feliz Navidad (a pesar de todo)

23/12/2010 - 00:00 Francisco Muro de Iscar

 
Mi amigo Ciuco Gutiérrez, que es un fotógrafo como la copa de un pino, pero sobre todo un hombre inteligente con la mirada siempre alerta, ha enviado una felicitación navideña en la que, al revés de lo que se dice, la palabra vale por mil imágenes: "Feliz 2011, con el deseo de que la pesadilla acabe y la esperanza de que los líderes políticos encuentren su verdadera vocación y cambien de trabajo". Amén. Por eso, cuando las tertulias radiofónicas, los periódicos y los informativos de televisión andan dándole vueltas a si Zapatero se presentará o no a las elecciones y si, además de Sonsoles, lo sabe José Antonio Alonso o José Blanco o un primo suyo (de Zapatero, no de Pepiño), la pregunta es: ¿y no tienen otra cosa de qué hablar? Al margen de que el país pueda llegar a peores momentos, ¿qué importa si se presenta el actual presidente, para perder, o si designa sucesor, para perder, imitando, además, las peores decisiones de su antecesor, José María Aznar? Lo del síndrome de la Moncloa, el virus que sufren los presidentes en la segunda legislatura, debe ser realmente maligno. Pero ahí andamos, enredados en discusiones inútiles y sin entrar en el fondo del problema y, sobre todo, en las soluciones necesarias. Estos Gobiernos y este presidente pasarán a la historia por haber negado la crisis, por no haber enfrentado los problemas cuando debían, por haber hecho el mayor recorte de derechos sociales de la historia de la democracia, por dejar más de cuatro millones de parados y por otro hecho dramático: cada vez es mayor la brecha entre los que más tienen y los que no tienen nada en España, entre los "ricos" y los pobres, entre los que no sufren apenas la crisis y los que no tienen casi para comer. Se ve en la calle y va a ser peor en el futuro inmediato. Ese es el gran logro de este presidente y de este Gobierno socialista. Como no nos ha tocado la lotería; como las perspectivas económicas son las que son; como los políticos están a lo suyo; como la ministra Sinde se empeña en recortar seguridad jurídica para cerrar las webs piratas en lugar de garantizar a los ciudadanos que una decisión administrativa no es suficiente para cercenar la libertad; como los bancos siguen a lo suyo y los ciudadanos se defienden como pueden, lo mejor es que hagamos una pausa y vivamos la Navidad a tope. Por cierto, lo que celebramos es el nacimiento de un Dios cuyo mensaje habla de igualdad entre todos los hombres, de Amor, de esperanza y de solidaridad. Falta nos hace recuperar las raíces y los valores fundamentales de una sociedad que cada vez se siente y se hace menos responsable de su futuro. A pesar de todo, Feliz Navidad .