Festejos sin cuernos

01/09/2018 - 12:05 Antonio Yagüe

La falta de toros se han compensado en las fiestas de Molina con mucha y buena pelota a mano. También resaltan las crecientes peñas.

Las ferias de Molina de Aragón repiten este año sin las tradicionales corridas de toros, por acuerdo de los extraños compañeros de cama, digo de gobierno municipal, PP-Podemos. El programa se ha compensado con mucha y buena pelota a mano, donde se dan cita algunos de los mejores pelotaris de norte. Chapó por parte de la numerosa afición.

También resaltan las crecientes peñas con sus charangas y extravagantes nombres. Este año se ubican en la Alameda para surtirse de un poco de agua de la red. Nunca está de más. Repetirán competiciones, concursos, misas y procesiones. Amén de sesudas exposiciones y recitales de poesía, siempre de la mano y con los entrañables versos de Begoña de Benito. 

También faltan, este año, la habitual reina y las damas de honor, en versión mayor e infantil, a la antigua usanza. Un concurso desterrado por su “rancio machismo” de la capital y de numerosas ciudades de toda España donde cogobierna el partido de Iglesias, el de la mansión, y poderosas feministas. Parece tocado. También las chicas empiezan a considerar un “rollo” asistir a actos donde no se trasnocha, y los trajes les cuestan trabajo y dinero aunque el ayuntamiento sufrague la tela. 

Hasta Cospedal fue dama de moza en Albacete, un pasaje que en su camino hacia Europa le gustaría borrar de su biografía. Como la atolondrada rueda de prensa sobre el contrato en diferido a Bárcenas. O su apoyo a la Operación Roca, padre de la Constitución y hoy defensor de que los líderes del independentismo no estén en la cárcel por considerar que desobedecerla no es un delito sino un derecho.

Los tiempos cambian barbaridad de barbaridades. Se rumorea que en Sigüenza al año próximo, además de reina y damas, habrá donceles. Contrapesarán algo al machismo, pero pueden meterse en un buen lío. Será difícil probar la exigible doncellez a los varones y, entre ellos o ellas, se les colarán travestis como ocurrió en Cádiz y Canarias. Todo sea por la igualdad y modernidad, sobre todo en fiestas. 

Puestos a innovar, en Aragoncillo celebraron el 19 de agosto la Nochevieja y llegada de 2019. Con el pino de la plaza adornado, uvas y  cotillón. Solo les faltó un buen tasco de nieve y una helada. Una pena.