Fiestas hasta en la sopa

14/08/2016 - 12:33 Antonio Yagüe

Solo la Diputación ha catalogado 92 fiestas de Interés Turístico Provincial, 9 de ellas en el Señorío.

Todos los días del año hay España algo que festejar, además de estar vivos. Y sobre todo en verano. Solo la Diputación ha catalogado 92 fiestas de interés turístico provincial, 9 de ellas en el Señorío. A ellas se añaden 300 tradicionales que se celebran, a veces por triplicado y a escasos kilómetros, en nuestros pueblos. Contamos, además, con otras 250 fiestas de interés nacional o internacional tipo Sanfermines, nuestro Festival Medieval de Hita, la Tomatina de Buñol o el Cipotegato de Tarazona (Zaragoza).
    Por si fuera poco, el calendario de días mundiales recoge 150 con temáticas importantes que se solapan sobre ellas y el tradicional santoral y que copan la agenda anual de eventos de alta relevancia. Algunos tienen un espíritu precioso, como los dedicados a enfermedades o a causas tan nobles como el día de la amistad o la libertad de prensa.  Sobra explicar que el origen de estos días viene refrendado por una organización seria como la ONU para rememorar un acontecimiento o problema social. Pero esto se nos ha ido de las manos con días como el de la Galleta (4 de diciembre), el de las Mujeres sin ropa interior (22 de junio) o el de hablar como un Pirata (19 de septiembre). Incluso hay foros en Yahoo para intentar acordar el Día Internacional del Moco. Menos mal que el año solo tiene 365 días.
    Lo cierto es que hasta la sopa tiene sus festejos. Como la de los Siete Ramales de El Burgo (Málaga), a base de sopa campestre, un exquisito sofrito a fuego lento con espárragos y tomates de la zona. No menos popular es la de la Sopa Mondeña, en Mondeño.  Y  muchos más fiestorros en su salsa… y en su sopa.
    A este celebrar por celebrar, se están sumando las fiestas foráneas como Haloween o Viernes Negro, puestas de largo, graduaciones con o sin grado, de fin de curso, primavera, de sorpresa cuando se cumplen decenios, de despedidas de soltero, celebraciones de boda y hasta de divorcio. Una locura. “A este paso, maño, vamos a celebrar una fiesta hasta para ir a mear”, opina mi amigo Salvador Lara, natural de Jaraba. Lo dijo más fino Albert Camus indagando en los mundos de lo absurdo: “La estupidez insiste siempre”.