Fin de curso

14/12/2010 - 00:00 Fernando Jáuregui

 
Hay quienes a la firmeza la llaman autoritarismo. Y el Gobierno ha ejercido la firmeza, con los controladores y me parece que también con Europa, en lo que cabe. Tras una larga lista de meteduras de pata, indecisiones y postergaciones, parece que el 'equipo ZP' (se podría hacer una broma y decir que en realidad es 'el comando Rubalcaba') se ha puesto las pilas: ha embridado a los controladores, esperemos que de manera definitiva, parece que está contentando a Europa y que hasta quiere recuperar una voz propia entre los que deciden en la UE. Esa, y tender manos de consenso en lo esencial a la oposición -lo cual resulta especialmente difícil, si no imposible, en tiempos preelectorales-, sería la línea correcta a seguir. Pedir la prórroga del estado de alarma quizá fuese necesario, no lo sé; sí sé que no era conveniente, pero el Gobierno tiene, confío, mejor información que yo acerca de cómo lograr la 'pax navideña', amenazada por tantos colectivos y por tantas aprensiones. Para mí, la mayor de tales aprensiones no reside en los levantiscos controladores, ni en otros que sientan tentaciones huelguísticas en estos días de teórica concordia: para mí, el principal nubarrón de cara a 2011 consiste en el temor de que ese 'equipo Zapalcaba' no mantenga esa laudable firmeza que algunos, me parece que esta vez sin fundamento, insisten, ya digo, en considerar, o llamar, autoritarismo.