Fomento del comercio

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El comentario
JESÚS BLANCO, Periodista
Corren malos tiempos para la lírica como decía una canción que grabó a principios de los 80 el grupo Golpes Bajos, pero no sólo para la lírica. Peor lo está pasando la economía mundial con temblores que están derrumbando, cual castillo de naipes, la fortaleza de los sistemas financieros de occidente.
Entre las hipotecas basura, el petróleo y la Bolsa, no paran de llegar mensajes apocalípticos para meternos más miedo en el cuerpo. El mundo se rige, cada vez más, por movimientos especuladores capaces de multiplicar sin razón aparente el precio de un producto. Igual un año se paga el kilo de trigo a 25 céntimos de euro y se justifica hablando de los nuevos combustibles, que se baja a la mitad al año siguiente y nadie se acuerda entonces del cuento del biodiesel. Y así con todo: La leche tan pronto escasea como es excedentaria; el pollo igual tiene una fiebre que baja su precio como recupera la salud y su valor habitual; o el abono que llega a niveles desorbitados cuando sube el petróleo, pero que no baja de precio cuando el crudo se abarata. Y en medio de este paisaje tenebroso encontramos a miles de pequeños empresarios que nada tienen que ver con el manejo de estos hilos macroeconómicos, pero que son posiblemente los primeros en sufrir. No por ello deben desanimarse, todo lo contrario. Hay que sacar fuerzas de donde sea y aprovechar la caída para coger impulso y volver a subir.
Tenemos ahora mismo en nuestra provincia varios ejemplos de pequeños empresarios que van por esa línea. Además tienen su negocio en la zona rural, la más difícil de trabajar. En Sigüenza los comerciantes de la zona de la muralla y arrabales han presentado una campaña, con folleto promocional incluido, para darse a conocer y decir “estamos aquí, ofrecemos calidad y puedes venir a visitarnos”. En Cabanillas del Campo también están despiertos y a pesar de competir con los gigantes que se ubican en la capital o en los grandes centros del Corredor del Henares, se animan a organizar por primera vez una Feria del Comercio. Hoy se inaugura este escaparate, tal vez modesto, pero representativo del empuje, las ganas y el ímpetu que tienen estos empresarios. En la nueva y flamante Plaza Mayor, donde ellos instalan por tres días sus casetas, los Bancos y las Cajas de Ahorro se han hecho con los locales de primera línea dejando las calles traseras al resto de comercios. Saben que en un par de meses abre en Cabanillas un gran centro comercial con supermercado de alimentación y 38 locales, pero no por ello tiran la toalla, al contrario, levantan la cabeza y dicen bien alto “estamos a vuestro servicio, para ofreceros un buen producto y con una sonrisa en los labios”. Ellos no especulan, luchan día a día.