Fotos

03/02/2011 - 00:00 Isaías Lafuente

 
Dos fotos, la del pacto social firmado el miércoles en La Moncloa y la del encuentro de la canciller alemana Angela Merkel y el presidente Zapatero, están alimentando estos días ríos de tinta. La primera es excepcional, pero desde algunos sectores se pretende minimizar con el glorioso argumento de que es "sólo una foto". El grado de insatisfacción permanente en que viven algunos observadores es espectacular: vociferan cuando no hay acuerdo porque no hay acuerdo, pero cuando éste se alcanza, todo les parece poco. Quizás sea porque para alimentar sus expectativas hubieran preferido el álbum previsto hace apenas un mes para estas fechas, con las imágenes de una nueva huelga general, con la mesa de diálogo social vacía, con gobierno, sindicatos y empresarios dándose la espalda mientras los gráficos del diferencial con Alemania establecían picos de infarto. El acuerdo es un éxito para todos los firmantes, demuestra la responsabilidad con la que los interlocutores se han aplicado en la empresa, despeja dudas sobre un aspecto fundamental como es el del sistema público de pensiones y engrasa un diálogo entre las partes que será sustancial en el futuro próximo para crear empleo, el principal problema que padece hoy nuestro país. Sobre su eficacia, solo el tiempo dirá si los resultados están a la altura de las expectativas. En la imagen de la cumbre hispano-alemana, a tenor de los cantos previos, no es difícil imaginar el coro que entonará hoy himnos de excepcionalidad ante una circunstancia cuya aplastante normalidad viene avalada por la frecuencia. La de hoy es la XXIII reunión bilateral que ambos países celebran en democracia, como corresponde a socios cuyos intereses comunes trascienden cualquier coyuntura. Quienes pretendan ver en la foto a la estricta gobernanta frente a su gobernado, a la señora frente a su lacayo, quienes busquen en un encuadre de la secuencia del encuentro el gesto definitivo que ilustre la sumisión de Zapatero frente a Merkel, convendría que antes de emitir juicios repasasen la estética de la foto de las Azores. En la comparación parece claro quién sale ganando.