Frágiles derechos

11/08/2011 - 17:37

No hubo acuerdo. Aunque pocos esperaban un acercamiento de posturas entre el Gobierno regional y las asociaciones de farmacéuticos  el cierre de las farmacias de la región dejaba a todos, ayer, un tanto estupefactos. Quizá por no haberse conocido antes una situación similar, la sensación generalizada era la de sorpresa y resignación entre aquellos que se encontraban con el cartel de cerrado y se veían abocados a peregrinar en busca de los medicamentos más urgentes. El seguimiento era masivo y tres de cada cuatro establecimientos de la región aparecían cerrados a cal y canto. Y eso, a pesar de que el Gobierno regional les había advertido que la regulación es “taxativa” en este aspecto y que con su actitud se enfrentaban a una sanción de carácter grave, para la que la multa está contemplada entre los 3.000 y los 15.000 euros. Pero el sector no se amedrentó y quiso poner de manifiesto que el impago de la Junta de Comunidades, que cifran en 125 millones de euros, puede acabar con el cierre de las farmacias menos rentables, sobre todo, las del ámbito rural. No hay duda de que la deuda pendiente es un importante lastre, y que el Ejecutivo de Cospedal debe hacer frente a la misma lo antes posible, sin embargo, la presión impuesta por el sector puede desacreditar su imparcialidad al no haber sido capaces de alcanzar un acuerdo con el nuevo Gobierno. Es cierto que, como el propio  Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad se encargaba ayer de recordar (para echar un poco más de leña), son las comunidades autónomas las que deben afrontar el pago de la deuda con las farmacias y que este “debe ser prioritario”, pero también lo es que son pocas las empresas que cobran con la puntualidad que lo hace este sector. Por supuesto que no es una excusa, pero quizá la falta de entendimiento o la impaciencia han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los derechos de los ciudadanos castellano-manchegos. Ahora lo que nos deben demostrar políticos y farmaceúticos es que tanto unos como otros tienen la voluntad necesaria como para sentarse y resolver la situación sin necesidad de que las cosas empeoren.