Fuerzas Armadas o Fuerzas Almadas
01/10/2010 - 09:45
Fernando Almansa - Periodista
Las Fuerzas Armadas españolas celebraron el pasado domingo 1 de Junio, su gran día.
Un día marcado por la presentación de unas Fuerzas Armadas, amables, y samaritanas, amigas de hacer el bien allá donde se necesite y de forma desinteresada; eso sí rodeados de tanques y artillería pesada, aviones caza y fusiles de asalto, granadas de mano y obuses de todo tamaño y calibre, que para eso las Fuerzas Armadas son fuerzas y por algo son armadas.
Pero que no se engañe nadie, las armas son un elemento que acompaña a los ejércitos para demostrar su virilidad (aunque la ministra sea mujer y madre); las armas acompañan para decir, quita leche que te doy... y para imponer el respeto que se merecen, pero que nadie piense que las armas son para matar; no, eso no....
De hecho la propaganda presentada a toda página y color en diarios de toda España, no muestran las armas y su uso, sino más bien lo chulo de ser el alma benefactora en medio de la miseria y los desastres. Así, una foto presenta un helicóptero del ejército descargando sacos de ayuda alimentaría de la ONG World visión, (curioso coupage de organizaciones), no sé que pensarán los colegas de World Vision de este uso de imágenes, máxime cuando es bien sabido que el uso de logística militar en la distribución de ayuda humanitaria es un recurso a ser utilizado sólo in extremis y cuando cualquier otra alternativa haya fracasado, ya que la legislación internacional y los códigos de conducta que rigen la acción humanitaria, explicitan claramente que debe diferenciarse netamente la acción militar de la humanitaria para evitar confusiones entre la población civil o comprometer la independencia e imparcialidad de la ayuda.
Sí, un año más las Fuerzas Armadas se nos presentan como fuerzas caritativas, samaritanas y franciscanas, Fuerzas Almadas las llamaría yo. Pero ya se sabe que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, y aunque hay que valorar el empeño las Fuerzas Armadas en reorientar su acción hacia actividades más dignas que la de usar la fuerza de las armas, no por ello hay que olvidar que las Fuerzas Armadas son lo que son, estructuras organizadas de uso controlado gubernamental de la violencia. En definitiva un mal menor a conllevar, ya que el bien superior sería no necesitar de los ejércitos, y gozar de una Paz en justicia. Pero mientras la célebre frase de Hobbes, homo homini lupus siga siendo una realidad, las Fuerzas Armadas seguirán listas para matar a los hombres-lobos que matan a los hombres.
Pero que no se engañe nadie, las armas son un elemento que acompaña a los ejércitos para demostrar su virilidad (aunque la ministra sea mujer y madre); las armas acompañan para decir, quita leche que te doy... y para imponer el respeto que se merecen, pero que nadie piense que las armas son para matar; no, eso no....
De hecho la propaganda presentada a toda página y color en diarios de toda España, no muestran las armas y su uso, sino más bien lo chulo de ser el alma benefactora en medio de la miseria y los desastres. Así, una foto presenta un helicóptero del ejército descargando sacos de ayuda alimentaría de la ONG World visión, (curioso coupage de organizaciones), no sé que pensarán los colegas de World Vision de este uso de imágenes, máxime cuando es bien sabido que el uso de logística militar en la distribución de ayuda humanitaria es un recurso a ser utilizado sólo in extremis y cuando cualquier otra alternativa haya fracasado, ya que la legislación internacional y los códigos de conducta que rigen la acción humanitaria, explicitan claramente que debe diferenciarse netamente la acción militar de la humanitaria para evitar confusiones entre la población civil o comprometer la independencia e imparcialidad de la ayuda.
Sí, un año más las Fuerzas Armadas se nos presentan como fuerzas caritativas, samaritanas y franciscanas, Fuerzas Almadas las llamaría yo. Pero ya se sabe que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, y aunque hay que valorar el empeño las Fuerzas Armadas en reorientar su acción hacia actividades más dignas que la de usar la fuerza de las armas, no por ello hay que olvidar que las Fuerzas Armadas son lo que son, estructuras organizadas de uso controlado gubernamental de la violencia. En definitiva un mal menor a conllevar, ya que el bien superior sería no necesitar de los ejércitos, y gozar de una Paz en justicia. Pero mientras la célebre frase de Hobbes, homo homini lupus siga siendo una realidad, las Fuerzas Armadas seguirán listas para matar a los hombres-lobos que matan a los hombres.