Fútbol es fútbol
Nos apetece hablar de fútbol, ese fenómeno de masas, gran entretenimiento colectivo y tal vez opio del pueblo.
Esta semana nos apetece dedicar la columna al fútbol, ese fenómeno de masas, gran entretenimiento colectivo y tal vez el opio del pueblo, es decir esa distracción que transmite profundas emociones y lleva a olvidar momentáneamente el turbulento momento político, las dificultades económicas que arrastramos e incluso los problemas de cada uno. Sea excesiva o no la pasión con que se vive y pese al negocio que hay en torno a él, lo cierto es que nada hay capaz de paralizar un país y alterar los propios sentimientos o estados de ánimo, como lo hace el fútbol. Las calles y paseos se vacían y millones de personas, de todas las edades y condiciones, están pendientes de una final como la del pasado sábado o de esos épicos partidos de la selección española en sus recientes conquistas. Nosotros mismos pasábamos unos días de vacaciones en Benidorm cuando España ganó la última Eurocopa y vimos el paseo marítimo vacío de turistas en hora punta de una tarde de julio y repleto de gente como está siempre minutos después de que terminase aquel partido de semifinales. Igualmente disfruté este sábado contemplando como mis dos ahijados, Alejandro y Amanda, de nueve años, se enfundaban en su camiseta madridista y vivían con intensidad, ilusión y auténtica felicidad una noche especial. La centenaria monja que viviese en el monasterio de Buenafuente del Sistal nos decía en una entrevista que el día más feliz de su vida había sido el triunfo de España en el Mundial “porque todo el mundo estaba contento”. Y es que el fútbol es algo especial, difícil de entender y explicar.
Nos reconocemos hoy de corazón blanco madridista, morado deportivista y rojo selección. Felices pues por el nuevo éxito en la copa de copas que tantas alegrías nos ha dado al madridismo a lo largo de la historia, contrariados y preocupados por el devenir del Deportivo Guadalajara en su difícil travesía por la Tercera División y expectantes ante el ya inminente inicio de la Eurocopa. La temporada futbolística ha finalizado prácticamente a falta de conocer algunos destinos como el Club Deportivo Azuqueca que deseamos logre el sueño de su ascenso. Es momento de felicitar a los campeones y a cuantos han logrado sus objetivos y por supuesto de animar a aquellos a los que no les ha salido bien su apuesta sea por el motivo que sea. La vida es larga y da nuevas oportunidades. El fútbol, como juego que es, está condicionado por la suerte. No es justo siempre como la propia vida. Es fútbol.