Ganadería, un abismo que se queda sin filo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Algunos temas se repiten cíclicamente. Corren el riesgo de llegar a resultar aburridos, por lo repetitivo, pero sería un error limitar los juicios que se realiza sobre ellos a eso, a que se repiten demasiado. Uno de ellos es la difícil situación que viven los ganaderos, no sólo de la provincia, sino de todo el país.
Ocurre que el de la ganadería debe ser un oficio bastante ingrato. Ya se sabe , con todos esos animales a los que resulta que hay que estar vigilando con cierta regularidad. Tampoco debe dejar mucho dinero. Al menos eso es lo que dicen quienes conocen el oficio, y resulta que debe ser cierto, porque cada vez hay menos gente interesada en seguir con la profesión. El lunes, el alcalde de Luzón era quien lamentaba la situación del sector. Ayer volvió a hacerlo el presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG), Antonio Zahonero. El Gobierno regional da ayudas al sector, pero resulta que con eso no debe ser suficiente, que a lo mejor va siendo hora de que los intermediarios empiecen a ganar un poco menos. Claro, que esto también se ha dicho ya muchas veces.