Gas en Maranchón

  

  

 

 El PSOE, que presume de progresista, se oponga al progreso económico que supondría hallar gas natural en las parameras de Maranchón, gas que ahora tenemos que importar. Lo curioso es que cuando se planteó esa posibilidad en junio de 2011 con el Gobierno de Zapatero, ningún socialista presentó alegaciones en contra del proyecto de investigación en una superficie de 17.500 Has. de la provincia. ¿Será porque hoy gobierna Rajoy? Y ahora que aparece la adjudicación en el BOE, los socialistas provinciales, y al frente el senador Alique y concejales de Luzón y Anguita, pueblos situados en la zona elegida, se movilizan contra esa decisión. Alegan graves inconvenientes de contaminación y contra el medio ambiente por la utilización de una moderna técnica de extracción denominada fractura hidráulica o “fracking” que posibilita o aumenta la extracción del gas. Consiste en utilizar grandes cantidades de agua con arena para perforar la roca, aunque, al parecer en torno al 50% de esa mezcla vuelve a la superficie. Los dos pozos autorizados se perforarían hasta 5.000 metros de profundidad para luego explorar horizontalmente.

 

  La diputada provincial Lucía Enjuto, del PP, que es geóloga, ha explicado que su Partido no se opone porque ahora sólo se trata de confirmar si hay gas en esa zona y en qué cantidad. Es una técnica calificada por Alique de agresiva, pero es la que se utiliza en Estados Unidos desde hace años. Con ella, se estima que en cuatro años las reservas comprobadas de gas han aumentado en un 40%. Y no solo en USA, pues hasta 2010 se calcula que se han realizado con este sistema unos dos millones y medio de investigaciones en todo el mundo. En España, el Ministerio de Industria, el País Vasco y Castilla-León están concediendo autorizaciones, pese a la disconformidad de varias organizaciones ecologistas. En las Vascongadas, donde ha habido manifestaciones en contra, el Gobierno autonómico, que no es del PP, va a autorizar en un territorio que abarca casi toda la provincia de Álava, la extracción de unos 185.000 millones de metros cúbicos de gas, con un valor en el mercado de 30.000 millones de euros. Si la investigación de Guadalajara tuviera éxito resultaría que una comarca de pobre agricultura y tan despoblada que apenas llega a 0’4 habitantes por km2 albergaría una gran riqueza mineral (recordemos que allí hay uranio), añadida a la producción eléctrica de los aerogeneradores.