Genios y figuras
Nuestro recuerdo y homenaje hoy a todas esas personas que han escrito en este medio hasta el mismo final de su vidas y a quienes siguen manteniendo su compromiso a lo largo de los años.
"Mientras pueda tendrás un trabajo mío” son palabras literales de Jesús Fernández, doctor en Filosofía y Teología, fallecido el 31 de enero y que durante doce años no falló ni una sola semana en su colaboración habitual con nuestro periódico. El 29 de enero mandaba su último artículo cumpliendo su palabra, su compromiso hasta casi el final de su vida. Gracias Jesús. Su ejemplo nos recuerda a otras personas que también dieron lo mejor de sí por esta cabecera hasta el límite, como Domingo Cardero que escribió mientras la salud se lo permitió. Ya enfermo cuando el entonces director, Pedro Villaverde, le llamaba para saber cómo se encontraba, siempre respondía “a ver si puedo mandarte algo esta semana”; Avelino Antón, que casi centenario escribió para el libro del 75 aniversario y hasta poco antes, con muleta, acompañado de su hija Inmaculada, acudía al registro civil a recoger los datos para Vida Local o Luis García, que con 95 años, dejó a medio escribir una de sus crónicas desde Sienes.
Soledad Adrados, Jesús García Perdices, Ernesto Baraibar, José Ramón López de los Mozos, Juan Luis Francos o el inolvidable Bernabé Relaño son otros de esos históricos colaboradores que tuvimos la suerte de conocer, mereciendo todos ellos que les apliquemos el elogio de “genio y figura hasta la sepultura”, como a Salvador Embid del que este viernes se cumplieron 23 años de su fallecimiento. Murió siendo presidente, pocas semanas después de intervenir en los Populares y dejando cinco artículos inéditos que publicamos en su memoria. Descansen en paz y reciban nuestra eterna gratitud.
Y del ayer al hoy son muchos quienes permanecen fieles a su cita con los lectores. Sus nombres están en el staff por lo que no citaremos para no olvidar, salvo una referencia a los más antiguos y una bienvenida a José Antonio Alonso que se incorpora este mismo viernes. Luis Monje Ciruelo es el más representativo por longevidad, 82 años vinculado a la cabecera. Hoy, cuando la vista y las limitaciones propias de sus casi 98 años no le dejan escribir, saca todavía fuerzas para con su hijo Luis buscar antiguos artículos y seguir con ‘Crónicas retrospectivas’. Junto a él, con más de cinco décadas, el cronista provincial, Antonio Herrera Casado y José Serrano Belinchón, Jesús de las Heras, desde 1980, o Pedro Villaverde Martínez, desde 1979. Vaya nuestro reconocimiento a todos ellos.