¿Globalización de la pobreza?
01/10/2010 - 09:45
CONCHA ROJO, Secretaria de Inmigración y Cooperación
Internacional de CC OO
de Castilla-La Mancha
El próximo viernes 17 de octubre es el Día Mundial contra la Pobreza. Revisar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el contexto de la mayor crisis del sistema económico capitalista que conoce la historia, resulta paradójico en estos momentos, no por la revisión que podamos hacer de los mismos que, con muy pocos avances y todavía muchas cuentas pendientes, seguirían fijando metas similares,
Sino porque seguramente seríamos mucho más exigentes en los planteamientos críticos al sistema económico de liberalización brutal y saqueo global que durante años ha estado provocando el que más de 1.400 millones de personas vivan en la pobreza y otros 100 millones más vayan a pasar hambre próximamente a consecuencia de la especulación con los alimentos y el modelo económico de producción intensiva, mientras los países ricos protegemos nuestro mercado agrícola. Paradójicamente también, acabamos de celebrar la primera jornada mundial de movilizaciones por el trabajo con derechos, contra la pobreza y la desigualdad, por la solidaridad internacional. Producto de muchos años de trabajo de las centrales sindicales de todo el mundo, es la primera vez en la historia que se ha convocado a todos los trabajadores a una movilización mundial.
En lo global, mientras nos afanamos por salvar activos financieros, grandes bancos y multinacionales con libertad de movimiento, sin fronteras- en lo que significa el mayor intervencionismo-socialización mundial de la historia del libre mercado capitalista, la mitad de la fuerza laboral sin libertad de movimiento, con estrictas fronteras- sobrevive con un euro al día, doce millones de personas trabajan en condiciones de esclavitud, doscientos millones de niños y niñas menores de quince años trabajan en lugar de ir a la escuela y más de dos millones de personas mueren cada año a causa de accidentes y enfermedades laborales. Los derechos laborales y sindicales no son respetados, siendo derechos humanos reconocidos y ratificados por la mayoría de países del mundo. ¿Estaríamos dispuestos a intervenir globalmente para socializar el trabajo digno?. Tal vez los capitales no se devorasen unos a otros con tanto ahínco y dejasen de necesitar salvamento público.
En lo concreto, las exóticas imágenes de gentes hambrientas en alejados territorios que vienen apareciendo en la pantalla de nuestro televisor desde hace años sin que nos creamos capaces de hacer nada por evitarlo, cada vez se nos muestran más cercanas.
Cada vez que estamos socialmente más preocupados por garantizar los fondos depositados en los bancos por los ahorradores, sean pequeños, medianos o grandes, y no por los que tienen grandes dificultades para llegar a fin de mes pagando exclusivamente vivienda y alimentos. ¿Estaríamos dispuestos a garantizar por ley, también a estos, estabilidad laboral y salarios dignos? Tal vez dejarían de envidiar el grave riesgo de los ahorradores.
Al plantearse la erradicación de la pobreza para el 2015, los gobernantes del mundo dijeron, por primera vez en la historia de la humanidad, que esa meta era posible con los recursos, el conocimiento y las tecnologías que teníamos.
Si la acumulación de capital sigue teniendo prioridad absoluta sobre la vida humana lo que de verdad globalizaremos será la pobreza, y acabaremos añorando los Objetivos de Desarrollo del Milenio como una utopía planteada en el año 2000, cuando aún estábamos a tiempo.
Durante la Semana contra la pobreza se realizarán más de 30 actividades en Castilla la Mancha. El acto central será la manifestación en Cuenca el sábado 18 de octubre, a las 18:00 horas. Esperamos vuestra participación.
En lo global, mientras nos afanamos por salvar activos financieros, grandes bancos y multinacionales con libertad de movimiento, sin fronteras- en lo que significa el mayor intervencionismo-socialización mundial de la historia del libre mercado capitalista, la mitad de la fuerza laboral sin libertad de movimiento, con estrictas fronteras- sobrevive con un euro al día, doce millones de personas trabajan en condiciones de esclavitud, doscientos millones de niños y niñas menores de quince años trabajan en lugar de ir a la escuela y más de dos millones de personas mueren cada año a causa de accidentes y enfermedades laborales. Los derechos laborales y sindicales no son respetados, siendo derechos humanos reconocidos y ratificados por la mayoría de países del mundo. ¿Estaríamos dispuestos a intervenir globalmente para socializar el trabajo digno?. Tal vez los capitales no se devorasen unos a otros con tanto ahínco y dejasen de necesitar salvamento público.
En lo concreto, las exóticas imágenes de gentes hambrientas en alejados territorios que vienen apareciendo en la pantalla de nuestro televisor desde hace años sin que nos creamos capaces de hacer nada por evitarlo, cada vez se nos muestran más cercanas.
Cada vez que estamos socialmente más preocupados por garantizar los fondos depositados en los bancos por los ahorradores, sean pequeños, medianos o grandes, y no por los que tienen grandes dificultades para llegar a fin de mes pagando exclusivamente vivienda y alimentos. ¿Estaríamos dispuestos a garantizar por ley, también a estos, estabilidad laboral y salarios dignos? Tal vez dejarían de envidiar el grave riesgo de los ahorradores.
Al plantearse la erradicación de la pobreza para el 2015, los gobernantes del mundo dijeron, por primera vez en la historia de la humanidad, que esa meta era posible con los recursos, el conocimiento y las tecnologías que teníamos.
Si la acumulación de capital sigue teniendo prioridad absoluta sobre la vida humana lo que de verdad globalizaremos será la pobreza, y acabaremos añorando los Objetivos de Desarrollo del Milenio como una utopía planteada en el año 2000, cuando aún estábamos a tiempo.
Durante la Semana contra la pobreza se realizarán más de 30 actividades en Castilla la Mancha. El acto central será la manifestación en Cuenca el sábado 18 de octubre, a las 18:00 horas. Esperamos vuestra participación.