Gobierno y centrales discuten este fin de semana
07/01/2011 - 00:00
Después de una primera entrevista discreta, del jefe del Gobierno con los dirigentes sindicales, que no parece que diera ningún resultado positivo, para este fin de semana se ha dado una nueva oportunidad para que, nuevamente, los sindicatos y el Gobierno aborden, entre otras cuestiones, la reforma de pensiones, según informó el secretario confederal de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz. El Gobierno y los sindicatos CCOO y UGT se reúnen, en efecto, desde este viernes y durante todo el fin de semana para tratar de alcanzar un acuerdo sobre la reforma de las pensiones. Hasta ahora los contactos habían sido telefónicos y a partir de hoy se reúnen "al más alto nivel" con el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.
El dirigente sindicalista precisó que se hablará sobre la reforma de las pensiones, la reforma laboral y la de la negociación colectiva, así como sobre la política económica, y que los contactos serán "discretos". Gobierno y sindicatos habían mantenido contactos extraoficiales para tratar de acercar posiciones sobre la reforma de las pensiones y el sistema de negociación colectiva. Y tras los encuentros de este fin de semana, está previsto que los próximos lunes y martes, los respectivos órganos de dirección de UGT y CCOO se reúnan por separado para analizar su respuesta al plan gubernamental de reforma de las pensiones. En cuanto al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dejado clara su voluntad de que el proyecto de reforma que el Consejo de Ministros debe adoptar el próximo día 28 estipule que el retraso de la edad legal de jubilación a los 67 años, en lugar de los 65 actuales, esté plenamente en vigor en 2027. Por el contrario, Górriz recordó que desde CCOO no se aceptará la posibilidad de ampliar la vida laboral a más de 65 años, ni tampoco la opción de congelar las pensiones e indicó que para afrontar la crisis lo que se debe hacer es actuar sobre la estructura de ingresos del sistema.
El secretario de Acción Sindical de CCOO añadió que, si con medidas como la de ampliar la edad de la jubilación se pretende dar un mensaje a los mercados, el Gobierno está cometiendo un error, ya que no existen riesgo debido a la seguridad social. El diálogo social no anda en su mejor momento desde que el Gobierno decidió seguir adelante con una reforma laboral que los sindicatos rechazaban de manera tajante y que provocó una huelga general el pasado 29 de septiembre. Sin embargo, con la reforma de pensiones a la vista, ambas partes han retomado los contactos, después de que el Ejecutivo pusiera como fecha tope el 28 de enero para aprobar la reforma de pensiones, que, en todo caso, irá como anteproyecto de ley al Consejo de Ministros y no como 'decretazo', según indicó el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Si entre el viernes y el sábado ambas partes constatan que hay posibilidad de acuerdo -las citas han sido definidas por algún asistente como "exploratorias"-, es probable que las negociaciones prosigan hasta que el Ejecutivo defina el proyecto de ley para reformar el sistema de pensiones. Si, por el contrario el resultado es negativo, la posibilidad de que las centrales de trabajadores convoquen la segunda huelga general cobrará fuerza; o cuando menos, se avecinará un invierno muy caliente. A la reunión acudirán los equipos negociadores de la UGT y Comisiones Obreras, liderados por sus secretarios generales, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo. Por parte del Gobierno, la delegación estará encabezada por el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.
Además de las pensiones, el punto principal, sobre la mesa también hay otros asuntos: el desarrollo de la reforma laboral, la concreción del despido objetivo (20 días por año trabajado), la reforma de las políticas activas, los cambios en la negociación colectiva y un amplio listado de temas pendientes de la agenda de reformas del Gobierno hasta marzo. No será este el primer encuentro -ni el primer contacto- que tienen las centrales y el ministerio de Trabajo desde que los líderes sindicales se reunieron el pasado 19 de diciembre con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y con Gómez en La Moncloa. Entonces se dieron 15 días para saber si podían acercar posiciones en todos los temas que los separan. Y ese plazo acaba ahora. En estas semanas se ha celebrado algún encuentro discreto más, en los que no ha estado el presidente pero sí el titular de Trabajo.
El Gobierno sigue empeñado en retrasar la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años. La negativa del Pacto de Toledo a avalar sus intenciones no le ha disuadido. El propio Zapatero lo ratificó la pasada semana, e incluso habló de un periodo transitorio entre 2013 y 2027 en el que se iría elevando la edad legal a razón de mes y medio por año. Los sindicatos, por su parte, rechazan de plano el retraso. Sobre ese punto han marcado su línea roja en esta negociación. De manera que, viendo las posturas de unos y otros, el acercamiento se presume complicado. No obstante, el Gobierno tratará de atraerse a los representantes de los trabajadores ofreciéndoles flexibilidad. Para ello, puede proponer que se amplíe aún más el período de transición para llegar a los 67 años. Tras anunciar Zapatero que esta edad se alcanzaría en 2027, desde Trabajo insistían en que la negociación con los sindicatos podía atrasar ese límite. Otro punto en discusión es el establecimiento de un abanico de profesiones (las de especial peligrosidad o insalubres) en las que se pueda dar la jubilación anticipada, y la habilitación del retiro a los 65 años a los trabajadores con carreras de cotización larga.
Tampoco parten la UGT y CCOO de posiciones cercanas al Gobierno en el desarrollo de la reforma laboral. Se ha producido incluso algún episodio que ha enturbiado aún más sus ya gélidas relaciones. Por ejemplo, no cayó nada bien entre los sindicatos que el Ejecutivo aprobara de forma aislada de la reforma de las políticas activas de empleo el decreto que regula las agencias privadas de colocación. No falta, sin embargo, entre los negociadores, quien se muestra esperanzado sobre el resultado. "Lo deseable de estos encuentros es el compromiso de continuar hablando", comenta uno de los convocados a la cita. Es decir, se confía en poder limar asperezas este fin de semana y seguir negociando el vasto abanico de reformas pendientes para este trimestre. A pesar de estas palabras, la UGT y CCOO celebrarán el lunes y el martes reuniones de sus máximos órganos directivos para comprobar si hay o no un "compromiso de continuar hablando". Si deciden que no, lo más probable es que la huelga general sea una de las opciones que se barajen con mayor fuerza. Se comprobará la voluntad de avanzar que se produce por cada parte...
ticularmente espeso. ¿A quién puede gustar, fuera de su radio íntimo, ese hombre?
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