Golazo

Nuestra ministra Valerio ha acaparado portadas e informativos a nivel internacional por la controvertida regulación del oficio más viejo del mundo. Algunos medios creyeron que se hablaba de fútbol al oír lo de “un gol por la escuadra” e incluso de cine, por los términos almodovarianos como “pillar” y “meter”. Otros alabaron al Gobierno por liderar en Occidente, como hizo Zapatero con el matrimonio homosexual, el sindicalismo de las modernas trabajadoras (y trabajadores) del sexo.

Metáforas y fanatismos deportivos han llegado hasta el serio departamento de Trabajo. Parece que fue un golazo, con nocturnidad porque nadie se enteró del visto bueno oficial durante 25 días. Magdalena veraneaba en Sigüenza y en su ministerio no están obligados, en mes tan festivo y caluroso, a leerse algo tan árido como el BOE. Ni en el departamento de la vicetodo Calvo (también competente en Igualdad) o la oficina electoral de Moncloa. Las vacaciones son para descansar. 

Y además, un tanto  en propia puerta, a juzgar por la dimisión forzada como directora general de Trabajo de la casi paisana Concepción Pascual.  La turolense no tuvo reflejos para saber que ahora jugaba en un equipo gubernamental neofeminista que pone bajo sospecha de explotación y trata toda venta de placer sexual, porno o masajes menos castos. Puede que el relevo y la antiestética marcha atrás no eviten que el gol suba al marcador.

Nadie puede esconderse, empezando por el ministro Marlaska, en la lucha contra las mafias y bandas criminales que se aprovechan del actual vacío legal. Pero los promotores del sindicato Otras rechazan el veto en una democracia a la unión de personas para defender sus derechos en el ejercicio de una actividad libremente elegida y permitida por la ley. El propio PSOE nació de un sindicato (UGT). Y eliminó que hoy sea delito bajo un gobierno de Felipe González con la actual ministra de Defensa, Margarita Robles, como número dos de Justicia e Interior.

Los jueces y la prensa progresista lo aplaudieron y hasta la conferencia de obispos hizo la vista gorda. También ante la expulsión del Código Penal, de paso, del delito de usura. Del 14% de interés máximo admitido desde Alfonso X el Sabio, pasamos a mejor no mirar hipotecas y otros préstamos. La historia está llena de golazos. Algunos refrendados por el VAR.