Guadalajara en la Semana Europea de la Movilidad
01/10/2010 - 09:45
JUAN GARCÍA VICENTE, Educador ambiental y afiliado de IU
Este año se llega a la VII Semana por la Movilidad Sostenible que desde el año 2002 ha venido esgrimiendo distintos lemas y objetivos. Este año se publicita bajo el título de Aire limpio para todos entendiendo la estrecha relación entre los insostenibles modelos de movilidad que, en muchos casos, se muestran cada vez más ineficientes y, por tanto, más costosos en términos ambientales, en general, y de salud en particular.
La Comisión Europea avala e impulsa este lema que, implícitamente, relaciona la movilidad con una evidente incidencia en la salud de la ciudadanía de los 27 países miembros de la Unión. Ya es un lugar común esgrimir que, en el conjunto de los 27 países de Europa, se produce la escalofriante cifra de 370.000 fallecidos, de forma prematura, debido a la contaminación derivada de la movilidad. El peaje que se paga en España por esta causa, llega a las 16.000 personas, que multiplica varias veces el terrible balance de las fallecidas por los accidentes de tráfico, estimado en 4.000 víctimas mortales. El aire de las ciudades españolas esta viciado con gases contaminantes que proceden, esencialmente, del tráfico de vehículos en porcentajes variables, pero que se estima en un 80% del conjunto total; la industria y usos domésticos completarían el resto. Los contaminantes más problemáticos son las partículas en suspensión, tanto las PM10, como las más pequeñas PM2,5; el dióxido de nitrógeno NO2, del que se deriva el ozono troposférico O3.
La provincia de Guadalajara no es ajena a esta situación, más aún su ubicación hace que esté afectada de forma directa por la gran aglomeración madrileña y el sistema radial de comunicaciones que se produce en la Península. Conviene, por tanto, considerar estas circunstancias para realizar un diagnóstico preciso de la calidad del aire en la provincia, con el agravante que la expansión urbanística con un modelo que , lejos de la sostenibilidad deseable, hace que los desplazamientos sean más numerosos y de mayor duración.
Para el control de la calidad del aire, Guadalajara dispone de dos estaciones, una en Azuqueca de Henares y otra en la capital, que gestiona la Junta de Comunidades. Aparte, existe otra situada en la localidad serrana de Campisábalos, dependiente de la Administración central, que controla la contaminación de ozono de fondo en medio rural. Cada vez es más asumido que las políticas locales, por sí solas, no son eficaces para combatir los problemas de movilidad y por tanto de sus efectos no deseados como es el de la contaminación. Por ello, para Izquierda Unida es tanto más valiosa la adopción de medidas generalizadas en el conjunto europeo que supone, por tanto, que en todas y cada una de las ciudades se adopten medidas de responsabilidad, que en nuestro caso han de evitar echar balones fuera culpabilizando, en exclusiva, al gigante madrileño de la contaminación que, en efecto, procede de nuestros vecinos, pero no ha de servir de excusa para esconder la cabeza, como el avestruz, y eludir nuestros deberes. Para IU, el apoyo a la movilidad sostenible, como el que promueve la Plataforma de Defensa del Ferrocarril Convencional de Guadalajara con sus demandas de mantenimiento y mejora de los servicios, la promoción del transporte público colectivo en la comunicación urbana e interurbana, la creación de circuitos peatonales y ciclistas que posibiliten los modos de movilidad más sostenibles, entre otras medidas que no son ajenas a la mejora de la calidad de vida, es prioritario. La lucha contra el cambio climático subyace tras estas iniciativas que están siendo adoptadas, con mayor o menor voluntad política en el ámbito europeo. La Comisión Europea anima a la elaboración de Planes e Iniciativas de Movilidad Sostenible, tanto a nivel local como entre municipios próximos. En nuestro caso, también sería ampliable con las comunidades autónomas vecinas: con Castilla-León en el apoyo y financiación de los trenes interregionales Madrid-Guadalajara-Soria; convenios de colaboración con la Comunidad de Madrid para combatir la contaminación que procede de nuestros vecinos, junto con otras demandas relacionadas con el Ministerio de Fomento como la ampliación de los servicios de trenes CIVIS; posibilitar la preferencia de transporte colectivo y de alta ocupación sobre el individual en la N-II. Asimismo, la Comisión Europea considera que han de estimularse y publicitarse las buenas prácticas que se producen en el marco de la Unión Europea. En España ya se dan ejemplos de este tipo, tanto en ciudades como en ámbitos más amplios. Cabe reseñar la exitosa iniciativa, aplicada en otros lugares de Europa, de limitar la velocidad a 80 km/h, desarrollada en 40 municipios del área metropolitana de Barcelona que ha llevado a un espectacular descenso de la siniestralidad vial y en los niveles de contaminación.
Izquierda Unida cree que no podemos en Guadalajara ponernos como objetivo desarrollar modos de movilidad que se cuestionan cada vez más. La vecina región madrileña no puede nunca contagiar a su amplio entorno, en el que se encuentra Guadalajara, con un alocado e insostenible trazado de autovías, ya que estas no resuelven los problemas actuales de movilidad y calidad del aire, más bien los agravan. Para IU, los modos de movilidad sostenible han de ser puestos en práctica, evitando que se plasme en realidad la frase de Eduardo Galeano de Vamos hacia el desastre pero, joder en que coches, que resume todo un modo de comportamiento que es deseable desaparezca si queremos mejorar la calidad de vida y luchar de manera consecuente contra el cambio climático.
La provincia de Guadalajara no es ajena a esta situación, más aún su ubicación hace que esté afectada de forma directa por la gran aglomeración madrileña y el sistema radial de comunicaciones que se produce en la Península. Conviene, por tanto, considerar estas circunstancias para realizar un diagnóstico preciso de la calidad del aire en la provincia, con el agravante que la expansión urbanística con un modelo que , lejos de la sostenibilidad deseable, hace que los desplazamientos sean más numerosos y de mayor duración.
Para el control de la calidad del aire, Guadalajara dispone de dos estaciones, una en Azuqueca de Henares y otra en la capital, que gestiona la Junta de Comunidades. Aparte, existe otra situada en la localidad serrana de Campisábalos, dependiente de la Administración central, que controla la contaminación de ozono de fondo en medio rural. Cada vez es más asumido que las políticas locales, por sí solas, no son eficaces para combatir los problemas de movilidad y por tanto de sus efectos no deseados como es el de la contaminación. Por ello, para Izquierda Unida es tanto más valiosa la adopción de medidas generalizadas en el conjunto europeo que supone, por tanto, que en todas y cada una de las ciudades se adopten medidas de responsabilidad, que en nuestro caso han de evitar echar balones fuera culpabilizando, en exclusiva, al gigante madrileño de la contaminación que, en efecto, procede de nuestros vecinos, pero no ha de servir de excusa para esconder la cabeza, como el avestruz, y eludir nuestros deberes. Para IU, el apoyo a la movilidad sostenible, como el que promueve la Plataforma de Defensa del Ferrocarril Convencional de Guadalajara con sus demandas de mantenimiento y mejora de los servicios, la promoción del transporte público colectivo en la comunicación urbana e interurbana, la creación de circuitos peatonales y ciclistas que posibiliten los modos de movilidad más sostenibles, entre otras medidas que no son ajenas a la mejora de la calidad de vida, es prioritario. La lucha contra el cambio climático subyace tras estas iniciativas que están siendo adoptadas, con mayor o menor voluntad política en el ámbito europeo. La Comisión Europea anima a la elaboración de Planes e Iniciativas de Movilidad Sostenible, tanto a nivel local como entre municipios próximos. En nuestro caso, también sería ampliable con las comunidades autónomas vecinas: con Castilla-León en el apoyo y financiación de los trenes interregionales Madrid-Guadalajara-Soria; convenios de colaboración con la Comunidad de Madrid para combatir la contaminación que procede de nuestros vecinos, junto con otras demandas relacionadas con el Ministerio de Fomento como la ampliación de los servicios de trenes CIVIS; posibilitar la preferencia de transporte colectivo y de alta ocupación sobre el individual en la N-II. Asimismo, la Comisión Europea considera que han de estimularse y publicitarse las buenas prácticas que se producen en el marco de la Unión Europea. En España ya se dan ejemplos de este tipo, tanto en ciudades como en ámbitos más amplios. Cabe reseñar la exitosa iniciativa, aplicada en otros lugares de Europa, de limitar la velocidad a 80 km/h, desarrollada en 40 municipios del área metropolitana de Barcelona que ha llevado a un espectacular descenso de la siniestralidad vial y en los niveles de contaminación.
Izquierda Unida cree que no podemos en Guadalajara ponernos como objetivo desarrollar modos de movilidad que se cuestionan cada vez más. La vecina región madrileña no puede nunca contagiar a su amplio entorno, en el que se encuentra Guadalajara, con un alocado e insostenible trazado de autovías, ya que estas no resuelven los problemas actuales de movilidad y calidad del aire, más bien los agravan. Para IU, los modos de movilidad sostenible han de ser puestos en práctica, evitando que se plasme en realidad la frase de Eduardo Galeano de Vamos hacia el desastre pero, joder en que coches, que resume todo un modo de comportamiento que es deseable desaparezca si queremos mejorar la calidad de vida y luchar de manera consecuente contra el cambio climático.