Guadalajara y España van en dirección contraria

29/04/2019 - 13:33 Jesús Orea/periodista

Es evidente que el descalabro que el PP ha tenido a nivel nacional, en gran medida se debe al voto que le ha quitado Vox por la derecha.

Aunque cuando escribo esta valoración de alcance aún solo se dispone de los datos referidos a un 97 por ciento del voto escrutado  y, por tanto, podría haber alguna variación que pudiera condicionar mi valoración de haberlo conocido, todo apunta a que a nivel nacional, que es lo que verdaderamente importa hoy, el PSOE va a ganar las elecciones generales de forma holgada, pero insuficiente para gobernar en solitario. Si Sánchez quiere volver a dormir en su colchón “monclovita” y a utilizar el Falcon oficial libérrimamente como hasta ahora, tendrá dos opciones: pactar con Unidas Podemos y los separatistas o llegar a un acuerdo con Ciudadanos, algo que ni mucho menos descarto porque, si bien su líder, Albert Rivera, ha repetido hasta la saciedad en la pasada campaña que no pactaría con Sánchez bajo ningún concepto, sabido es que lo que se dice en las campañas suele caducar en las noches electorales. Además, a favor de este pacto entre socialistas y Ciudadanos juegan varios factores: es, sin duda, el preferido por Sánchez porque se garantizaría la mayoría absoluta y un socio constitucionalista mucho más cómodo que los separatistas e, incluso, que Unidas Podemos; Ciudadanos ha sobreactuado en esta campaña mirando hacia la derecha para cazar el voto de un PP tocado del ala, pero tiene un cierto tic centro-izquierdista, y, el tercer elemento y que, a mi juicio, es el que más debería inclinar la balanza hacia ese pacto es que, muy probablemente, sea el mejor posible para los intereses de España pues daría estabilidad al gobierno, neutralizaría la influencia política en el parlamento de los escaños separatistas y alejaría al PSOE de sus veleidades territoriales y del populismo de añoranzas marxistas. 

La noche electoral del 28-A también nos ha dejado un dato curioso que he querido llevar al titular de este artículo: Guadalajara y España van en dirección contraria, políticamente hablando, pues mientras la izquierda y el separatismo han ganado a nivel nacional –más claramente en escaños que en votos por las perversidades de la ley D´hont y la actual distribución territorial de diputados-, en la provincia de Guadalajara los tres partidos de centro-derecha han sumado más de un 57 % de los votos, al 97,91 por ciento del escrutinio. Por su parte, el PSOE, pese a ser la fuerza más votada en nuestra provincia –con casi un 30 %-, más Unidas Podemos -10,66 % de voto en ese mismo momento del recuento-, suman 17 puntos porcentuales menos que las reiteradamente llamadas por Sánchez “tres derechas”. Verán como si Ciudadanos pacta con él y le permite seguir en la Moncloa, el “trifachito” ya solo se queda en “bi” y da a los naranjas carnet de progresistas, recibiéndoles en la “casa común” de la izquierda con la misma alegría que en el cielo se acoge a un pecador arrepentido.

Es evidente que el descalabro que el PP ha tenido a nivel nacional, en gran medida se debe al voto que le ha quitado VOX por la derecha, aunque Ciudadanos también le ha arañado algo por el centro. En el caso de nuestra provincia, si solo poco más de la mitad del 15 por ciento del total de votantes que ha tenido el partido de Abascal hubiera votado al PP, éste habría vuelto a ser la primera fuerza política de Guadalajara e, incluso, habría obtenido un segundo diputado a costa del que ha logrado Ciudadanos. Casado tiene mucha tarea por delante.