Ha sabido estar a la altura

02/02/2011 - 00:00 Jesús Domingo Martínez

Barak Obama ha pronunciado un realista Discurso del Estado de la Unión. Estados Unidos se enfrenta a un reto planetario y el Presidente no lo oculta. Después de decenios de liderazgo, la república Popular China y la India amenazan la supremacía estadounidense. Y con ello, pueden marcar definitivamente la dirección de la política internacional. La caída del Muro de Berlín pareció consagrar la supremacía de los Estados Unidos. Y con ello, aunque algunas veces se quiera ignorar, la prevalencia de la cultura de los derechos y las libertades fundamentales del hombre, de la dignidad inalienable de la persona y de la supremacía de la persona frente al poder político. No todo es economía en las relaciones internacionales, y la posible supremacía de China o la India, tampoco sería meramente económica. China es una dictadura comunista que camina hacia una forma nueva de despotismo. La India es sólo una democracia formal, en un país cuya estructura social está cerca de la esclavitud. Ni China ni India destacan por su respeto a las libertades y los derechos fundamentales. En el primero se persigue a los disidentes y se encarcela a los opositores; en el segundo está latente la amenaza del fundamentalismo hindú. En ambos se silencia, cuando no se asesina, a las minorías cristianas. Barak Obama ha apelado a la ciudadanía, a los valores de autonomía y responsabilidad que han hecho fuerte al pueblo americano. Habría que decir más. Si occidente no profundiza en sus raíces y se reconcilia con ellas, se perderá algo más que la hegemonía económica.