Hasta ETA piensa que entramos en una "nueva era"

24/04/2011 - 13:43 Fernando Jáuregui

 
Sí, estamos entrando en una nueva era política, social y económica. Rajoy no podrá gobernar como Zapatero, ni el futuro Felipe VI -cuando le toque_ podrá reinar como su padre, Juan Carlos I. Ni la sociedad española volverá a poder gozar del bienestar y hasta del derroche que caracterizó la década 1998-2008: habrá que acostumbrarse a algo más de sudor y lágrimas, me temo. Puede incluso que tengan que cambiar algunos conceptos territoriales, el funcionamiento de varias instituciones y hasta algunos artículos de la Constitución, aunque ahora la clase política se niegue a afrontarlo. Hasta ETA, particularmente miope y mentalmente inactiva en los últimos tiempos, lanza un comunicado en el que habla de esa 'nueva era'. Aunque sospecho que lo que la banda del terror quiere decir con su texto -más de lo mismo_ enalteciendo el 'aberri eguna' de este domingo, nada tiene que ver con las racionales expectativas de esa inmensa mayoría de gente que solamente pretende mejorar, progresar y dejar el mundo un poco mejor de lo que lo encontró. Pero ETA piensa -es un decir- a un plazo mucho más corto; probablemente, tan corto como esas elecciones municipales y autonómicas que se celebran dentro de poco más de tres semanas. Nada dice el comunicado terrorista de la legalización o no de la coalición 'abertzale' Bildu, que habrá de sustanciarse en los próximos días: pero en ese paso, que los tribunales y la Fiscalía, más que el Gobierno, tendrán que afrontar ya, es sin duda en lo que los terroristas de más allá de la 'muga' están 'meditando'. Claro está que no quiero entrar ni en el análisis de un comunicado más de la banda del horror ni en un proceso de intenciones acerca de lo que los etarras estén o no pretendiendo hacer. Sí me preocupa, sin embargo, el rifirrafe en el que los principales partidos democráticos se han embarcado estos días a cuenta de la lucha contra el terror. Ataques verbales, descalificaciones y hasta insultos, en lugar de soluciones. A veces, da la impresión de que los únicos que no se han enterado de que entramos en una nueva era son algunos representantes de eso que ha dado en llamarse 'la clase política' -excluyo expresamente de esta crítica puntual tanto a Rajoy como a Zapatero, muy cuidadosos en su moderación verbal-: están absortos tales representantes por la conquista del terreno ante las elecciones del 22 de mayo y, por ganar un aplauso en un mitin de convencidos -porque dudo de que con ello ganen algún voto-, son capaces de poner en solfa todos los acuerdos antiterroristas, toda la eficacia del Estado de Derecho. Y claro, sospecho que ETA sabe y constata con satisfacción que tales actitudes retrasan esa nueva era, que, entre otras cosas, traerá la liquidación, la desaparición definitiva de la propia banda. Y ¿no es eso acaso más importante que ganar por un escaño en, pongamos, Castilla-La Mancha, Cantabria, Aragón, Baleares o Extremadura? Ahí dejo la pregunta, como una meditación para la dura campaña electoral que, desde ya mismo, se nos echa encima.