Hay que unir
01/10/2010 - 09:45
Cartas al director
CARMEN VIDAL Huesca
No podemos empezar otra vez sacando trapos sucíos. Hay que unir más que poner guerra y no estar recordando todo el tiempo lo que hicieron con los que a lo mejor ni conocemos. Hay que perdonar, no poner cizaña. Hay muchas cosas para areglar en España en vez de andar con chiquilladas.
Eso lo hacen los niños de cinco años. Tú me quitaste el plumier, y ahora yo te pego. Aunque ahora hablar de niños es como hablar de no se qué.
O les hacen ser ya mayores, o les hacen ir a la guerra. Pues ni una cosa ni otra, que no nos comportemos como chiquillos y dejemos a los pequeños, que crezcan con arreglo a su edad. Si todo el mundo dijera de lo suyo lo que le cuesta, o lo que le hizo el otro, sería ésto un hervidero de víboras. Tenemos claro que no somos Ángeles, eso lo tenemos clarísimo, no hace falta que nos lo diga nadie. Solo con apretar un botón de la televisión a cualquier hora del día, reaccionamos si es que se nos había olvidado y decimos al ver el jaleo del telediario en la pantalla.! pero que brutos son. Si una persona está metida en su trabajo, si además tiene una familia a la que mantener, no le queda tiempo para pensar en sandeces. Desde luego, un padre o una madre de familia que trabaje dieciseis horas diarias, lo que quiere es paz, descanso, dentro de lo que cabe en el trabajo, y paz al llegar a casa.
O les hacen ser ya mayores, o les hacen ir a la guerra. Pues ni una cosa ni otra, que no nos comportemos como chiquillos y dejemos a los pequeños, que crezcan con arreglo a su edad. Si todo el mundo dijera de lo suyo lo que le cuesta, o lo que le hizo el otro, sería ésto un hervidero de víboras. Tenemos claro que no somos Ángeles, eso lo tenemos clarísimo, no hace falta que nos lo diga nadie. Solo con apretar un botón de la televisión a cualquier hora del día, reaccionamos si es que se nos había olvidado y decimos al ver el jaleo del telediario en la pantalla.! pero que brutos son. Si una persona está metida en su trabajo, si además tiene una familia a la que mantener, no le queda tiempo para pensar en sandeces. Desde luego, un padre o una madre de familia que trabaje dieciseis horas diarias, lo que quiere es paz, descanso, dentro de lo que cabe en el trabajo, y paz al llegar a casa.