Hita volvió a conquistar

05/07/2013 - 12:26 redacción

Un año más el Festival Medieval de Hita ha demostrado de nuevo porqué es el decano de los festivales medievales realizados en España, a partir del cual decenas de municipios han tomado su inercia, su estructura y sus pautas para el desarrollo de eventos similares en todos los rincones de la geografía española. Hay que remontarse al mes de julio de 1961, cuando el profesor y filólogo Manuel Criado de Val escenificó en Hita la obra de teatro Doña Endrina. Desde entonces en el pueblo se conoció popularmente como las fiestas de la endrina. Fue precisamente por tratarse de una villa tan plagada de historia, lo que llevó al ilustre profesor a materializar su idea de recrear un día de la Edad Media en este municipio de Guadajara. Desde entonces, el primer sábado del mes de julio el pueblo se engalana y adquiere una perfecta escenografía medieval, en la que participan la práctica totalidad de sus vecinos. Es precisamente por ello por lo que el atractivo es cada vez mayor y la atracción turística se ha convertido en un imprescindible de la fiesta. Como cada año la representación teatral, que tiene lugar al anochecer en la Plaza del Arcipreste; el combate de Don Carnal y Doña Cuaresma, con el que se rinde homenaje a Juan Ruiz, arcipreste de Hita; el Alarde y desfile de las Cofradías con sus máscaras volvieron a cautivar a los miles de visitantes que, por unos momentos, creyeron vivir en el medievo. Para ellos, la subida de las entradas a los distintos espectáculos no fue un obstáculo,. Ni las altas temperaturas que se registraban en los termómetros. El festival volvió a triunfar, y es que no hay que olvidar que esta fiesta es un referente cultural en nuestro país y una cita de reconocido prestigio que cada año atrae a más curiosos, con la consiguiente promoción para una localidad en la que se cuida hasta el más mínimo detalle y de todos sus alrededores. El éxito de público de la jornada del sábado no es más que el fruto de más de medio siglo de trabajo y de una constancia que es capaz de seguir causando curiosidad aunque para disfrutarla haya que rascarse un poco más  el bolsillo.