
Humanidad
El problema de los refugiados sirios en busca de asilo no es un tema de solidaridad sino de pura humanidad. Dicen que es la peor crisis desde la Guerra Mundial. Millones de personas tienen que huir sin nada de un país en guerra en busca de simple supervivencia. No es el momento de hacer política, aunque si se deba reflexionar sobre una posible y tal vez necesaria intervención militar en Siria, y mucho menos de buscar rédito electoral analizando los tiempos y reacciones del Gobierno nacional o hacer carreras entre administraciones para ver quién está antes preparado para la acogida o quién lo dice. Es tiempo de reaccionar con rapidez ante una emergencia y a la vez hacerlo de manera coordinada y meditada. No vale el populismo o la demagogia tan fácil de hacer en un caso de esta trascendencia. A las personas que vengan hay que darles servicios y ello requiere organización y números bien echados. Esperemos que nuestros responsables sepan conjugar la urgencia con la planificación. De momento nos tenemos que quedar otra vez más con la satisfacción de comprobar la respuesta de un importante número de personas y colectivos que demuestran generosidad, disponibilidad y solidaridad. Se trata de una desgracia mundial que a nadie debe dejar indiferente y en la que todos podemos ayudar porque hace falta dinero, ropa, mantas Otras cuestiones corresponderán a los políticos. Cada uno las suyas. En todo caso, tanto a nivel provincial como nacional hay que destacar la rápida reacción de las diferentes administraciones como el Ayuntamiento de Marchamalo, posiblemente el primero que se ha declarado municipio de acogida para refugiados, el de Azuqueca que ha puesto en marcha el dispositivo de ayuda o el de Guadalajara donde su alcalde ha dicho que está dispuesto a recibir al pueblo sirio y ofrecer recursos para intentar paliar este problema humanitario. Otros treinta y cinco ayuntamientos también se han mostrado dispuestos a colaborar. Por su parte ACCEM ha ofrecido su coordinación a las personas, municipios o entidades interesadas en colaborar. Aunque algunos todavía estemos disfrutando de las fiestas y todos vivamos centrados en nuestro día a día lleno de complejidades, toca hoy hacer algo por los que están en situación límite.