No vale con intervenir

Sin embargo, uno siempre se pregunta si es suficiente y no hay que pensar demasiado para encontrar la respuesta: no. Las fuerzas de seguridad son siempre la última línea de defensa que tiene el ciudadano contra una situación que le supera y le agrade. Cuando alguien recurre a ellas es porque las cosas están mal y son preocupantes. Puede ser porque te han robado el coche, porque el niño se ha perdido o porque tienes miedo de que tu pareja termine matándote. Cada uno de estos casos tiene sus propias soluciones previas, pero la que nos ocupa hoy es la de violencia de género. La búsqueda de soluciones a este problema, que se lleva las vidas de tantas personas, tiene que abarcar la educación, pero no sólo de los niños, sino de toda la sociedad. Porque si uno lo piensa, en algunos casos siete actuaciones son ya demasiadas actuaciones.