¿Inversión inmobiliaria para todos? Si, inversión inmobiliaria para todos


No necesitamos tener un montón de dinero ahorrado, puesto que, con una buena financiación y una propiedad que nos genere ingresos por alquiler, se pagará.

Si alguna vez has pensado en qué hacer con tus ahorros y temes que el dinero se te escurra entre los dedos con la inflación, la inversión inmobiliaria es una opción que no deberías dejar pasar. 

¿Por qué? Porque a diferencia de otras inversiones que dependen del vaivén de los mercados, las propiedades son un refugio de valor que, a largo plazo, tienden a aumentar su precio. Y lo mejor de todo es que este tipo de inversiones pueden llegar a “pagarse solas”, si decides financiarlas y arrendarlas. Los ingresos por arrendamiento puede cubrir las cuotas del préstamo y, si todo va bien, hasta dejarte un pequeño extra cada mes. ¡Suena bien!, ¿no?

Ahora bien, es normal pensar que la inversión inmobiliaria es solo para gente con el bolsillo muy grande. Pero aquí viene lo interesante: no es necesario ser un gran capitalista para empezar. Con la opción de financiar, cualquiera puede convertirse en inversor inmobiliario. 

De hecho, muchos de los que ahora viven de sus rentas empezaron con una propiedad pequeña, gestionando bien sus recursos y, sobre todo, siguiendo unas reglas básicas que, si las aplicamos, nos ayudarán a hacer que nuestras inversiones sean exitosas. 

Lo primero que deberíamos tener en cuenta es que el verdadero negocio se hace cuando compramos, y no cuando vendemos (que también). Parece contradictorio, pero la clave está en el precio de adquisición. Si compramos por debajo del valor del mercado, ya tenemos asegurada una ganancia en el futuro, independientemente de lo que ocurra después. Esto significa que deberíamos invertir el tiempo que haga falta en buscar buenas oportunidades y, sí, también buenos vendedores. 

No todas las personas que venden están en la misma situación. Algunos tienen prisa y necesitan deshacerse de sus propiedades rápido, lo que nos permite negociar mejor el precio. Otros, en cambio, no tienen ninguna urgencia, y con ellos será mucho más difícil obtener un buen trato.

Aparte de eso, es fundamental que no nos dejemos llevar por lo emocional. A veces, nos enamoramos de un piso o de una casa porque nos imaginamos viviendo allí, pero recuerda que estamos hablando de inversiones. Lo único que debe importar son los números. Si no cuadran, da igual lo bonita que sea la propiedad, y el objetivo es que la inversión nos dé beneficios, así que lo ideal es ser fríos y analíticos.

Otra cosa importante es pensar a largo plazo. Si bien es cierto que algunas personas compran, arreglan y venden propiedades en poco tiempo para sacar un beneficio rápido, la mayoría de los inversores inmobiliarios prefieren mantener sus propiedades durante años. Esto les permite amortizar los costos iniciales, como impuestos, notario y registro, que, entre unas cosas y otras, alcanzan casi el 10% del valor de compra del inmueble. 

Además, mantener la propiedad por más tiempo nos protege de las fluctuaciones del mercado. Si en algún momento el valor de las propiedades baja, continuaremos recuperado la inversión vía arrendamiento, y no nos plantearemos vender en ese momento.

Por último, tenemos que tener en cuenta que siempre hay buenas oportunidades si sabemos buscar bien. Puede que el mercado esté alto en un momento dado, pero eso no significa que no haya propiedades interesantes a buen precio. La clave está en ser pacientes y persistentes, porque las oportunidades existen, solo hay que buscarlas y encontrarlas. Y cuando encontremos esa propiedad que cumple con nuestras expectativas, no dudemos en actuar.

Y si has llegado hasta aquí, ya deberías tener una idea más clara de por qué la inversión inmobiliaria es una opción viable para cualquiera. No necesitamos tener un montón de dinero ahorrado, puesto que, con una buena financiación y una propiedad que nos genere ingresos por alquiler, podemos hacer que la inversión se pague sola. Y lo mejor es que, con el tiempo, tendremos un activo que seguirá subiendo de valor.

Así que, si pensabas que esto de invertir en inmuebles era cosa de grandes capitalistas, es hora de cambiar esa mentalidad. Todos podemos ser inversores inmobiliarios. Solo necesitamos estar dispuestos a aprender, buscar oportunidades y ser pacientes. Y siguiendo estos consejos, estaremos en el camino correcto para que sean nuestros ahorros los que trabajen para nosotros, y no al revés.