Investidura

06/09/2019 - 13:57 Fidel Vela

La abstención en la investidura que Sánchez pide a PP y Cs, no resuelve nada.

En las elecciones del 28-A, los ganadores fueron, por este orden, PSOE y Ciudadanos y los perdedores PP y Podemos. Los electores han hablado muy claro. Han encomendado a PSOE y Ciudadanos la gobernanza del país durante los próximos cuatro años. Si alguno de ellos o los dos no escuchan el mandato de la ciudadanía, lo pagarán muy caro en las futuras elecciones. Esta coalición de mayoría absoluta garantiza una legislatura estable y sin sobresaltos.   

La abstención en la investidura que Sánchez pide a PP y Cs, no resuelve nada. Tras la investidura queda una legislatura de cuatro años sin gobierno estable. Y la situación política sería la misma que ahora mismo.  

Por lo tanto, honestamente, el PSOE no puede pedir que Ciudadanos se abstenga en la investidura de forma altruista y gratuita a fin de que Pedro Sánchez sea investido presidente. Si el PSOE desea jugar limpio debe ofrecer a Ciudadanos un gobierno de coalición proporcional al número de escaños y la redacción de un programa conjunto. Que Ciudadanos lo acepte o no, sería responsabilidad de este partido y, en caso negativo, dejaría al PSOE la legitimidad de actuar en consecuencia. Pero solicitar la abstención a secas, es un ejercicio de juego sucio, simplemente para justificar y culpar a la oposición de nuevas elecciones o de la deriva del PSOE hacia una alianza con populistas y el apoyo implícito de golpistas y filoetarras. 

Igualmente, sin rubor alguno, el PSOE podría ofrecer un gobierno de coalición al PP. En veintiún  países de la UE se han conformado gobiernos de coalición entre conservadores, socialdemócratas o liberales. En Alemania, las tres últimas legislaturas, para frenar la influencia de los partidos populistas. ¿Por qué en España no?   

De manera que Pedro Sánchez ofrece un gobierno de coalición a Podemos, un partido comunista-leninista, antisistema, y  no lo ofrece a PP o Cs, partidos que respetan la Constitución. No lo entiendo.  

Los prenazis y prestalinistas de hoy (es decir, antes de sus respectivas matanzas) son los independentistas catalanes, Bildu, Podemos y algunos más. Uno se pregunta qué diablos hacen los socialistas acordando gobiernos con ellos. (Javier Marías, El País 14-7-19).

  En 2015, desde el minuto uno, el PP propuso por activa y por pasiva, un gobierno de gran coalición de partidos constitucionalistas (PP, PSOE y Ciudadanos), pero el PSOE se opuso también desde el minuto uno. No puede decirse que el PP estuvo pasivo para formar gobierno. Volvió a ofrecer la misma fórmula en el 2016. Pero la postura negativa del PSOE no cambió.

En todo caso, la actual situación de bloqueo político, se deriva de la inoportuna e irresponsable moción de censura presentada por Pedro Sánchez en junio de 2018, respaldada para mayor escarnio por fuerzas políticas enemigas de la Constitución, en un momento dulce; cuando todos los indicadores marcaban resultados y expectativas sobresalientes para España. Un fuerte crecimiento económico; la mayor creación de empleo de la UE; confianza internacional consolidada; incremento de las exportaciones… Rajoy consiguió aprobar los presupuestos del 2018, mientras Sánchez fracasó. La alianza de PP y Cs sumaba 169 escaños, en tanto, el PSOE actual solo 123. Además, la moción de censura propició, entre otros motivos, la aparición de VOX. En definitiva, ha quedado demostrado que la moción de censura fue un gravísimo error; no solucionó nada, más bien al contrario, ha creado incertidumbre, inestabilidad y un caos político, económico y social  de imprevisibles consecuencias, que está ocasionando un daño terrible al país. Una moción de censura no se reduce solamente a superarla, sino a contar con los suficientes apoyos que garanticen, una razonable gobernabilidad, premisa que Sánchez ignoró olímpicamente.