La ambigüedad de Obama

04/03/2011 - 00:00 Pedro Calvo Hernando

   La crisis de Libia está llegando a un punto de una extrema peligrosidad, sea cual sea el punto de vista desde donde se la contemple. El presidente Obama se muestra un tanto ambiguo cuando ahora asegura que Estados Unidos usará la fuerza en caso de catástrofe humana y que tiene que tener plena capacidad para actuar y hacerlo rápidamente. También se ha mostrado ambiguo en cuanto a las condiciones que se requerirían para que una intervención armada fuese legal y no aludió a la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Cuidado, señores, no vayamos a estas alturas a incurrir en un error histórico como el del trío de las Azores en Irak, que actuó sin contar con esa autorización y que desencadenó una verdadera catástrofe que todavía estamos sufriendo. Que Gadafi tiene que irse y que él y su régimen tienen que pagar por sus crímenes es algo en lo que todos parecemos de acuerdo. El problema es el cómo. A pesar de que es cierto que una intervención es ahora muy urgente y necesaria, cosa que no lo era en 2003, en el caso de Irak ni con ONU ni sin ONU. El problema es que la hipotética autorización del Consejo de Seguridad se presenta como algo muy difícil, por la exigencia de la unanimidad y por saberse que ni China ni Rusia parecen dispuestas. La intervención es extremadamente urgente, pero debe llevarse a cabo cumpliendo la legalidad internacional, sin la cual entraríamos en una etapa de desconcierto y de incertidumbre que se llevaría muchas cosas por delante. Si no hay autorización, hay que forzar la imaginación para actuar sin violar las leyes internacionales, tomando decisiones y medidas que no exijan la tal autorización. O con decisiones y medidas que conciten la aprobación unánime del Consejo de Seguridad. La autoridad moral del presidente Obama se pone a prueba y debe dejarse de ambigüedades y vacilaciones y decirnos claramente qué esta dispuesto a hacer, para apoyarlo o para rechazarlo. Después de la inmensa crisis de la guerra de Irak, el mundo no puede permitirse nada que se le parezca ni por el forro. Lamento no poder ser más preciso.