¿La antesala de una huelga general?

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por:
Editorial
Alrededor de 14.000 personas estaban llamadas a secundar la huelga de funcionarios de la administración pública, cerca de 3.500 personas pertenecientes al sector sanitario, otras 2.500 más de educación y el resto de los diferentes servicios de la administración pública en Guadalajara.
El llamamiento hecho por UGT, CCOO y CSI-CSIF no defraudó y muchos se echaron a la calle para mostrar su disconformidad con las medidas adoptadas por el Gobierno para reducir el déficit y que afectan directamente a su nómina. Aunque tanto el Gobierno regional, como la Diputación provincial y el Ayuntamiento de Guadalajara establecieron unos servicios mínimos que oscilaron en función de la necesidad urgente de cada prestación, la confusión era la tónica de la mañana, sobre todo entre los más despistados. Sin embargo, los colegios abrieron sus puertas, afrontando la huelga con cierta normalidad mientras que las situaciones más esperpéticas se daban en el Hospital, donde no se habían desprogramado consultas, aunque éstas dependieron de si el facultativo secundó o no la convocatoria. Pero más que las consecuencias, lo que hay que analizar es el trasfondo de la movilización. Los sindicatos han alegado que la rebaja salarial a los funcionarios, además de ser una agresión sin precedentes, vulnera un acuerdo en vigor que ya contemplaba un escenario de crisis. De hecho, a principios de 2010 los salarios de los empleados públicos se incrementaron sólo un 0,3%. De hecho, el enfado de los sindicatos por esta medida, que no descartan denunciar ante la Justicia, les llevó a convocar una huelga general en las administraciones públicas, que podría convertirse en la antesala de la huelga general en toda España que planea en el horizonte si el Gobierno aprueba una reforma laboral lesiva para los trabajadores.