La banca, en entredicho
28/10/2011 - 00:00
El Partido Popular y prácticamente todos los analistas han lamentado la forma en que la Unión Europea ha achicado agua en uno de los frentes: recapitalización de la Banca. Por la cuenta que nos trae, miramos con preocupación hacia esos 26.000 millones de aportación a la solvencia de nuestras cinco mayores entidades bancarias.
Parecen justificados los temores de que ese reforzamiento suplementario tienda a restringir aún más el flujo crediticio hacia la economía real. No son bienvenidas las señales que frenen la ya débil tendencia a crecer.
Y tampoco se entiende que se nos pida un esfuerzo mucho mayor que el reclamado a las entidades francesas y alemanas, las más expuestas a la famosa deuda soberana de Grecia.
Si además nos fijamos en la excelente reacción bursátil a las mencionadas medidas, tomadas en la nocturnidad de la cumbre europea del miércoles pasado, y en las reacciones de nuestros banqueros, la perplejidad se dispara. Los mercados, encantados. Y nuestros banqueros, tranquilos Entonces, ¿a qué viene el rasgado de vestiduras por un trato supuestamente injusto a la banca española, que ha superado con anterioridad los "stress test" y no está afectada por la crisis de la deuda griega?
Aunque tratamos de entender, los ciudadanos de a pie se pierden en los tecnicismos.
El jueves, el día después, echamos de menos una comparecencia del aún presidente del Gobierno, como hizo Sarkozy en Francia, para tratar de desmentir o ratificar si lo del otro día en Bruselas fue, como se ha dicho, una especie de "robo a mano armada" sobre los intereses españoles.
Lo positivo, la reacción de nuestros banqueros. Sacan pecho y aseguran que conseguirán recapitalizarse con sus propios recursos. Es decir, sin acudir a los inversores privados ni al dinero público. Por ese lado, no lo veo tan mal. Es como si a un portero le pitan un penalti en el último minuto y no se muestra nada preocupado porque está seguro de que lo va a parar, así lo anuncia y efectivamente luego lo para.
Oiga, seguro que cinco minutos después hay cola para ficharlo.
Los banqueros españoles dicen estar seguros de que van a detener ese penalti mediante desinversiones, venta de activos o conversión de obligaciones en acciones. Sin pedir prestado a nadie. Pues me parece una buena noticia. Otra cosa es se vean desmentidos por la supuesta realidad escondida tras las razones esgrimidas en Bruselas para apretarle las clavijas a nuestros bancos mediante esta sobredosis de solvencia.
Me refiero a la supuesta sobrevaloración de activos inmobiliarios en los balances de las entidades. Y también a la forma de contabilizar la tenencia de deuda española, al precio de la emisión o al precio de mercado ¿También podrán parar ese penalti?