La Camada

23/11/2018 - 14:12 Jesús de Andrés

Gracias al convenio firmado con el Ayuntamiento este mismo año, La Camada se encarga de recoger perros y gatos en Guadalajara.

No es un tópico al uso, es una verdad contrastada por la Psicología: las personas que tratan bien a los animales son más empáticas, más bondadosas, tendentes a dar y compartir, mejores personas. Muchas veces, detrás del maltrato a los animales se esconden desajustes de la personalidad, problemas mentales o falta de autoestima; detrás de una agresividad incontrolable suele haber alguien que a su vez ha sido víctima de maltrato en la infancia o, sencillamente, carencias educativas. Decía Ovidio hace más de dos mil años que agredir a los animales muestra el camino para agredir a las personas.

Pese a que seguimos evolucionando, no faltan noticias cada semana de actos violentos, agresiones y muerte. Violencia contra las personas y violencia contra los animales, que son dos caras de una misma moneda. Esta semana, por ejemplo, se hacía viral un vídeo en el que doce perros y un ciervo se despeñaban por un precipicio ante la indiferencia de una banda de gañanes que practicaba ese cruel divertimento llamado caza. Para ellos esos perros, sustituibles por otros iguales, son el medio para canalizar su agresividad, como lo es apalear a un toro en un encierro o arrancar la cabeza a un ganso en plena fiesta.

Hay que poner en valor, por ello, a quienes dedican su tiempo, sacrifican su bienestar y gastan su dinero en atender a aquellos animales que han sido abandonados o han perdido a sus dueños. La labor desarrollada por La Camada, con María Tello –ejemplo de buena persona– al frente, es paradigma de cómo la sociedad civil, con el apoyo de las instituciones, puede resolver problemas sociales que a todos afectan. Y hacerlo bien, respetando la vida, acogiendo y dando calor a tantos animales. 499 tienen ahora mismo en las dependencias municipales, a las que acuden voluntarios, padrinos y colaboradores a echar una mano siempre necesaria. 

Gracias al convenio firmado con el Ayuntamiento este mismo año, La Camada se encarga de recoger perros y gatos en Guadalajara: casi 200 adopciones llevan en 2018, cerca de alcanzar (¡anímense!) las 232 del año pasado. La creación, en 2002, del centro de acogida de animales abandonados supuso un antes y un después en el trato que a estos animales se les daba en nuestra ciudad. Tanto es así que la filosofía de La Camada de no sacrificar animales y crear una red de apoyo está siendo afortunadamente copiada por otros organismos, como el Hogar Amigo de la Mancomunidad Vega del Henares, que recoge a buena parte del resto de animales de la provincia. Sugiero a los partidos, aprovechando que les toca elaborar sus programas, que escuchen sus demandas. Y a todo aquel que quiera sembrar la más humana de las virtudes, que es la compasión, que se acerque un fin de semana a sus instalaciones.