La complicada negociación Gobierno-sindicatos

08/01/2011 - 18:51 José Cavero

Poco o casi nada se está filtrando de lo que ocurre en la mesa renegociación entre Gobierno y sindicatos sobre la reforma de las pensiones. Pero, eso sí, trasciende la idea de que las cosas no están resultando sencillas, en este fin de semana maratoniano, en el que se tratan de aproximar posiciones. Como no fue posible entenderse en la reforma laboral, no es improbable que tampoco esta otra asignatura haya que recurrir a la decisión última de las cámaras legislativas, antes de que la reforma llegue al Boletín Oficial. Con otra peculiaridad que todos tienen en cuenta: que la falta de acuerdo en torno al retraso de la edad de jubilación a los 67 años puede llevar a la convocatoria de otra huelga general, como también sucedió en la reforma del mercado de trabajo, cuando tampoco fue posible el entendimiento. Pero las partes siguen y seguirán hasta el final del tiempo que se han dado: Gobierno y los sindicatos continuarán con la reunión para tratar de acercar posiciones sobre la futura reforma de las pensiones, un encuentro encabezado por el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y los secretarios generales de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez. Se sabe que Gobierno y sindicatos, que no han querido siquiera revelar dónde tiene lugar la reunión, intentaron el viernes durante más de tres horas alcanzar algún acuerdo que les permita pactar la futura reforma del sistema público de pensiones y de la negociación colectiva, así como el desarrollo de la reforma laboral. No obstante, el tema más acuciante es el de las pensiones, ya que la falta de acuerdo en torno al retraso de la edad de jubilación a los 67 años puede llevar a la convocatoria de una huelga general, que sería la segunda después de la del 29 de septiembre, entonces contra la reforma del mercado de trabajo. Ninguno de los asistentes a la reunión ha querido, de momento dar detalles de la misma, que se conocerán sólo cuando las negociaciones hayan concluido, lo que podría ocurrir este sábado, o tal vez el domingo, "según cómo vaya el encuentro", dijeron fuentes de Trabajo. Se sabe, sin embargo, que los ánimos no son optimistas, aunque apenas ha trascendido que en la cita del viernes, según uno de los asistentes, se trataron temas generales. Fuentes de Trabajo han mostrado su esperanza en que la mera continuación de las conversaciones esté siendo una buena señal. Un informador explica que al primer encuentro unos y otros llegaron pasándose la pelota, aunque desde Trabajo advierten que sus "planes de retrasar la edad legal de jubilación a los 67 años no han cambiado. El planteamiento es cómo se hace", apuntaban, refiriéndose a qué profesiones estarían excluidas o de los años de cotización necesarios para poder retirarse a los 65. Se ha buscado acercar posiciones, trabar algún tipo de principio de acuerdo sobre la reforma de pensiones que no sitúe al Gobierno ante un nuevo choque social -con las encuestas ya muy en contra y en un año electoral-, y que evite a los sindicatos convocar otro paro de resultado incierto y que podría debilitarlos. Las posiciones de partida son lejanas, aunque no el origen de los asistentes, casi todos provenientes de la misma familia: la sindical: el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, trabajó en el gabinete técnico de UGT. La trayectoria de Gómez es similar a la de su jefe de gabinete, Antonio González, otro de los representantes del Gobierno, que también pasó por el gabinete de UGT antes de incorporarse a las tareas del Ejecutivo en la anterior legislatura. Menos directo es el origen de la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, profesora de Derecho Laboral de la Universidad de Castilla-La Mancha, que sin embargo, trabajó junto a Antonio Baylos, un catedrático muy cercano a Comisiones Obreras. Sin embargo, nada de esto parece que esté facilitando la negociación, sino al contrario. Uno de los líderes sindicales sentado a la mesa ha explicado que conocerse desde hace meses incluso dificulta aún más las cosas... Las dos partes, sin embargo, acudieron a la cita dispuestos a hacer un esfuerzo, por más que ninguna de las dos partes se mostrara muy optimista sobre el resultado final. "El asunto está en el alero del Gobierno", dicen en el lado sindical. Otro portavoz exponía dónde están dispuestos a negociar: incentivos para prolongar voluntariamente la vida laboral más allá de los 65 años o aumentar el cómputo. Pero de retrasar la edad legal, ni oír hablar. Para complicarlo un poco más, sobre la mesa, además de las pensiones, hay otros dos temas: la negociación colectiva y la reforma laboral. En el primer caso, el Gobierno expuso a los sindicatos la necesidad de establecer mecanismos que no obstaculicen la negociación de los convenios una vez finalizado su plazo. En el Ministerio advertían de que no estaba en sus planes proponer soluciones propias de la patronal. Los sindicatos, a su vez, exigen el compromiso del Gobierno de no entrometerse en las negociaciones pendientes con la CEOE para pactar entre ellos los cambios en los convenios, tal y como exige la reforma laboral. Sobre el desarrollo de ésta trataba el otro punto del orden del día, con el decreto sobre los expedientes de regulación como primera materia. Tiene que definirse el procedimiento con el que las empresas podrán acreditar las pérdidas previstas para recurrir al despido objetivo (20 días por año trabajado). Trabajo advierte que el margen "es limitado". Vistas las cosas, se admiten apuestas. Todo puede suceder, incluso algún entendimiento...