La crisis de autoridad

22/01/2012 - 00:00 Redacción


  El Consejo de Gobierno del pasado jueves aprobaba, el proyecto de Ley de Autoridad del Profesorado, que ahora tendrá que recibir el visto bueno de las Cortes de Castilla-La Mancha, después de que los órganos pertinentes hayan informado de manera perceptiva sobre el mismo. Se dan así, los primeros pasos para reconocer la autoridad del profesor, dentro y fuera del colegio, pues la nueva Ley servirá para que el maestro se sienta respaldado, no sólo en la clase, sino dentro y fuera del recinto escolar. Puede resultar paradójico pero lo cierto es que con las normas jurídicas se ejerce el poder, no se confiere autoridad. Sin embargo, con esta ley se trata de conseguir, un acto de poder jurídico orientado a evitar que los estudiantes (o sus padres) desarrollen conductas agresivas o humillantes contra los profesores mediante el expediente de amenazarlos con una sanción penal. De hecho, uno de los aspectos que se recogen es que existirá un servicio específico para asistencia jurídica y de todo tipo lo que también implica que los profesores también gozarán de la presunción de veracidad, tan puesta en entredicho en los últimos tiempos. Como resultado de ello es probable que las conductas agresivas dejen de realizarse o disminuyan. De ahí que nadie pueda negar la satisfacción ante ese resultado, pero hay que asumir que atribuir legalmente la condición oficial de autoridad para poner en marcha un mecanismo penal ni crea ni incrementa la otra autoridad, la decisiva, la autoridad académica del profesor. Y ello porque una cosa es sancionar conductas claramente indeseables, y otra, muy diferente, identificar eso con restablecer la autoridad del profesor. Deteriorar la autoridad práctica de los profesores, desactivando las exigencias de la disciplina o menospreciando las reglas que ordenan el centro, acaba por ser, pues, una amenaza para los propios hijos. La crisis de autoridad denota así un padecimiento general de nuestra racionalidad colectiva y con la ley, lo máximo que se va a conseguir es evitar comportamientos que nunca se deberían permitir en un centro educativo, por tanto, la autoridad deberá seguir siendo un aspecto de cada cual que sabrá impartir con inteligencia siempre sin olvidar, que ahora, tendrán un respaldo legal.