La edad de jubilación aún es una incógnita

16/12/2010 - 00:00 José Cavero

 
Hay valoraciones bien distintas sobre lo acordado ayer en el Congreso, en el Pacto de Toledo, que mantiene la incertidumbre para pronunciarse sobre el aspecto más discutido de la reforma de las pensiones, que es la edad de jubilación. Lo que algún otro titular ya "interpreta": primer pacto para recortar las pensiones. Porque. varios titulares de prensa destacan también que hay acuerdo para subir los años de cálculo de pensión. La mayoría del Congreso acordó ampliar el período de cálculo de las prestaciones. Los grupos mayoritarios del Pacto de Toledo lograron, en efecto, ponerse de acuerdo sobre casi todos los cambios que se deben aplicar al sistema de pensiones. El principal de ellos es la ampliación del periodo de cálculo de las prestaciones, lo que implica rebajarlas para la mayor parte de quienes se jubilen en los próximos años. También hicieron un intento sobre la edad de jubilación con una redacción ambigua que evita concretar la edad de retiro. De manera que, como dice otro titular, el retraso de la jubilación empantana el pacto de la reforma. O bien, que los grandes partidos negocian las pensiones sin fijar la edad de jubilación. Y lo hace con una redacción ambigua... La propuesta se cerrará probablemente en las próximas horas, previsiblemente con el acuerdo de los grupos mayoritarios. La jornada del miércoles sirvió para pactar uno de los aspectos clave de la reforma de las pensiones, los años que se tendrán en cuenta para calcular la pensión, que hasta ahora han venido siendo los 15 últimos, y sobre el peso que tienen los años cotizados a la hora de acceder a la prestación máxima. El texto acordado no fija una nueva referencia para esos años que se tomarán en cuenta, aunque el Gobierno se ha mostrado partidario de elevarla a 20. En un primer momento el Ministerio de Economía habló de 25. Ampliar esa horquilla de años beneficia al colectivo de expulsados prematuramente del mercado laboral pero perjudica a la mayoría, pues generalmente los últimos años cotizados coinciden con los de salarios más altos. Y cuanto más atrás se comience a tener en cuenta, más suele bajar la media de la pensión. El PP es incluso más ambicioso que el Gobierno en el planteamiento. El portavoz de este grupo en el Pacto de Toledo, Tomás Burgos, asegura que apoyarán cualquier propuesta que haga el Ejecutivo en esta línea "siempre que se haga con gradualidad y fundamentada en criterios objetivos". Pero aspira a que el período que se tome como referencia se amplíe, pues los efectos que tendría tomar esos últimos 20 años cotizados "no serían muy apreciables". Este grupo apuesta por un periodo mayor, sin concretarlo, aunque su aplicación sea muy dilatada en el tiempo. También hay acuerdo mayoritario en otorgar más peso a los últimos años de cotización que permiten alcanzar la pensión máxima. Eso implica que quienes tengan pocos años cotizados se quedarán más lejos de la pensión máxima a la que tengan derecho de lo que están ahora, mientras que los que acumulen un buen número de años en el sistema tendrán más fácil acercarse a la máxima. Tampoco es previsible que se concreten numéricamente los cambios en este terreno. El modelo debatido para propiciar un acuerdo mayoritario respecto a la edad de jubilación es, como decíamos, más ambiguo, pero incluye la necesidad de equiparar la edad real de jubilación (63,5 años de media) a la edad legal, la conveniencia de tomar en cuenta la expectativa de vida a la hora de fijar la retirada del mercado de trabajo, así como la necesidad de frenar las prejubilaciones y otras fórmulas de abandono temprano del mercado de trabajo. "Con toda la prudencia, esto puede permitir un consenso de mayoría muy amplia", aseguró el diputado de CiU Carles Campuzano. Ninguno de los grupos quiso renunciar a sus posturas previas sobre la edad de jubilación, el asunto más espinoso del Pacto de Toledo, que desde 1995 acuerda los cambios fundamentales en el sistema de pensiones y que ha encallado en este asunto desde que el Gobierno planteó, hace casi un año, su voluntad de elevar a 67 años la edad de jubilación. El grupo socialista confía en lograr un acuerdo suficientemente ambiguo a este respecto como para permitir el acuerdo parlamentario y dar margen al Ejecutivo para mantener los 67 años en el proyecto de ley que presentará el próximo 28 de enero. Y el Partido Popular quiere evitar a toda costa darle esa carta blanca. "El Pacto de Toledo no puede ampararse en la ambigüedad, en el oscurantismo", argumentó Tomás Burgos. Pese a todo, su homóloga socialista, la diputada Isabel López i Chamosa, aseguró que el propio Burgos había participado en la redacción del borrador de acuerdo sobre la edad de jubilación y que confiaba en que en las próximas horas concrete su apoyo. La diputada asegura que su grupo no renuncia a los 67 años como edad legal pero asume que no figurará en el texto que salga del Congreso. Y pide al resto de grupos, en especial al PP, que no exijan un pronunciamiento explícito sobre la edad legal. Una solución para cuadrar el círculo consistiría en aludir al actual marco legal, los 65 años, sin prejuzgar el que pueda resultar en el futuro. Fue la pista que deslizó Campuzano, aunque el PP eludió decir si lo considera suficiente. Sobre estas bases y sobre esa ambigüedad calculada, la comisión del Pacto de Toledo se reúne de nuevo este jueves para cerrar un acuerdo definitivo sobre la edad de jubilación y sobre las pensiones de viudedad, el único elemento de enjundia aún pendiente. El PSOE, en esta materia, quiere proponer, entre otras cuestiones, una reflexión sobre la conveniencia de diferenciar entre viudos con rentas y sin rentas, una distinción ahora irrelevante para el sistema, que otorga la prestación independientemente de los ingresos del cónyuge superviviente. Más fácil será llegar a un acuerdo sobre una mejora de las prestaciones de orfandad, que también figura entre las sugerencias del PSOE. Los grupos que ya se han apartado de los acuerdos que previsiblemente se cerrarán hoy son Izquierda Unida, ERC y BNG. "No vamos a aceptar posiciones ambiguas. Tienen que salir los 65 años como edad legal", subrayó Gaspar Llamazares, de IU. Joan Tardá, de ERC, acercó la posición de su grupo a la que mantendrán los sindicatos y posiblemente una buena parte de la sociedad: "Divergemos de lo que se decide aquí y nos acercamos a la calle". Pero aún queda mucho por hablar. Y nadie se da por vencido "del todo"...