La emoción de hoy, la conservación de la tradición mañana

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

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Te cuento
En unos momentos en los que parece verse una juventud escasamente implicada en el ámbito religioso, resulta gratificante comprobar cómo esto no siempre es así. Ayer, en plena celebración del Domingo de Ramos, se pudo ver como más de un padre, emocionado, realizaba varias fotografías a la puerta de la iglesia de San Francisco, a sus hijas, vestidas con las mejores galas de los domingos, mientras sostenían una palma en la mano. E igual de emocionante o, quizá incluso más, era ver las caritas de emoción de las pequeñas al posar ya no sólo con la palma, sino acompañadas por un cofrade que se prestó de forma voluntaria a pertenecer a lo que ya pasará a la memoria histórica de esas pequeñas.
Presencia de jóvenes hubo, sí, pero todavía la hubo más de los más pequeños, tanto dentro de las procesiones como quienes se acercaron a contemplarlas y a fotografiarse con mucha emoción junto a la imagen de la borriquilla. No cabe duda de que si este espíritu participativo y lleno de fervor llega ya a las edades más tempranas, en años venideros dificilmente se podrá hablar de falta de implicación de la juventud, ya que serán esos antiguos niños quienes mantendrán las tradiciones.