La época de la austeridad
01/10/2010 - 09:45
Editorial
Tras una década de fenomenal crecimiento, llegan las vacas flacas. Hay que apretarse el cinturón. La cuesta de septiembre exige siempre ahorrar más, consumir menos. Esta vez la coyuntura obliga.
La amenaza del paro vuelve a planear sobre la economía española, tras unos años en los que parecía que el pleno empleo dejaba de ser una utopía y nos encontramos con que a fecha de 31 de agosto, la cifra de parados en Guadalajara era de 9.650, 466 más que en julio y 2.744 más que hace un año, lo que en términos porcentuales supone un incremento del 39,7%, el mayor de toda Castilla-La Mancha. Si bien es cierto que Guadalajara partía de una situación laboral con una tasa casi inexistente de parados, la verdad es que la sombra de los 10.000 desempleados se hace demasiado alargada como para mantenerse impávido.
Así las cosas, la receta más recomendada en las últimas semanas es la de la austeridad. No sólo el Gobierno regional de José María Barreda se apunta a la fórmula mágica sino que el propio Gobierno central, aunque cansado de escuchar la palabra en boca de Mariano Rajoy, ya empieza a hacerse con su significado.
De hecho, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, reconocía ayer que el aumento del paro en agosto en 103.085 personas es un mal dato, aunque destacaba que durante los cuatro años de Gobierno socialista se ha gestionado bien la economía, lo que permitía estar en las mejores condiciones para afrontar la crisis y para afrontar el futuro. Optimismo no le falta, aunque lo más probable, es que siga incrementándose el número de parados, y que los dos millones y medio actuales puedan rozar los tres millones a fin de año, dejando paso a un nuevo ascenso de estas cifras trágicas que empiezan a estar precedidas de fórmulas mágicas.
Así las cosas, la receta más recomendada en las últimas semanas es la de la austeridad. No sólo el Gobierno regional de José María Barreda se apunta a la fórmula mágica sino que el propio Gobierno central, aunque cansado de escuchar la palabra en boca de Mariano Rajoy, ya empieza a hacerse con su significado.
De hecho, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, reconocía ayer que el aumento del paro en agosto en 103.085 personas es un mal dato, aunque destacaba que durante los cuatro años de Gobierno socialista se ha gestionado bien la economía, lo que permitía estar en las mejores condiciones para afrontar la crisis y para afrontar el futuro. Optimismo no le falta, aunque lo más probable, es que siga incrementándose el número de parados, y que los dos millones y medio actuales puedan rozar los tres millones a fin de año, dejando paso a un nuevo ascenso de estas cifras trágicas que empiezan a estar precedidas de fórmulas mágicas.