La evolución de la prensa

24/03/2013 - 00:00 Pedro Villaverde Embid

  
  
  
  Los medios de comunicación de alcance más allá del provincial, cuyos nombres omitimos por ejercer con posterioridad el sabio ejercicio de la rectificación, en su valoración sobre la situación que vive en la actualidad la prensa, con motivo del cierre de la única cabecera diaria que se vendía en nuestra provincia, aunque fuese regional, han lamentado esta semana que Guadalajara y Cuenca se quedasen sin medios escritos o impresos, en sus palabras. Evidentemente se trata de una equivocación, porque si así fuese los lectores no tendrían en sus manos este ejemplar de periódico, que evidentemente no es digital. Querían decir diario. Nueva Alcarria no ha dejado de salir ni una sola vez a los kioscos en sus casi 74 años de historia, aunque eso sí con distintas periodicidades o etapas. En julio del 39 se fundaría como bisemanario. Al alcanzar el número 13 pasó a semanario cada sábado. Luego cada viernes y desde 1992 todos los lunes y viernes. En 2004 daría el salto a diario y en marzo de 2012, por la tan dichosa crisis, volvería a ese carácter bisemanal.
 
  Este miércoles en un interesante coloquio-reflexión con ocasión del cumplimiento del veinticinco aniversario de la Asociación de la Prensa, se reflexionaba sobre la evolución del periodismo en este último cuarto de siglo en la provincia. Ante todo, y de corazón, muchas felicidades al colectivo y a todos los que han sentido y viven el periodismo como una vocación. Los cambios han sido enormes en este tiempo. En el 88 no existían los periódicos digitales, cuando hoy son muchas las cabeceras que a través de la red de redes cuentan con celeridad a los internautas lo que sucede en nuestra geografía local, entre ellos www.nuevaalcarria.com, líder en las estadísticas, que además cuenta cada día con una presencia mayor en facebook y twitter. Tampoco existían entonces los periódicos gratuitos, esos que se regalan en los buzones o se dejan en los bares. Evidentemente tampoco había ningún diario, aunque había habido algún proyecto. Menos aún televisiones. Variadas plataformas o maneras de hacer llegar la información a la ciudadanía. Esa es la gran diferencia, pero la esencia ha sido siempre la misma, la intrínseca a lo que es el periodismo, contar lo que pasa, opinar sobre ello y entretener. Nada más y nada menos.