La fiesta del patrón

Periodistas, arropados por representantes políticos y personas del mundo de la cultura, la economía, el deporte y la sociedad alcarreña, festejaron en su día, San Francisco de Sales, al patrón, San Francisco de Sales. Y lo hicieron otorgando los premios que ellos mismos conceden y recibiendo los ganados en los diferentes concursos de periodismo convocados, con mención especial para los siete asociados ya jubilados que por cariño a la profesión siguen de alta en una asociación por ellos mismos fundada, en un momento de emotividad y recuerdo histórico del periodismo alcarreño.

 Palabras bonitas, tanto de Santiago Barra, como de la presidenta, Mar Corral, la periodista Marta Perruca, ganadora del Premio Libertad de Expresión, y el alcalde de la ciudad, Alberto Rojo, se escucharon de reconocimiento al oficio y puesta en valor de sus virtudes en una sociedad en la que debe imperar el derecho a la libertad de expresión y a estar bien informado. 

    El mundo de la comunicación ha cambiado mucho y junto a los medios tradicionales, prensa, radio, televisión, con sus canales convencionales y digitales, cada persona se convierte en generador de contenidos, proliferando comentarios. Cada usuario de una red, y cada vez hay más, se convierte en un transmisor de mensajes. Es positivo en una democracia que todo el mundo pueda expresarse libremente sobre cualquier tema, pero el receptor debe distinguir entre lo que es una noticia, opinión de un ciudadano o simplemente una invención. El lío es tal que es ahí donde entra en juego el periodismo. La noticia que da un periodista o un medio de comunicación es siempre reflejo de la realidad, está contrastada, es creíble, tiene un aval y ha de ser en la que se fije quien quiera conocer la verdad. Otro tema es que cada profesional tenga una opinión, lo que aporta pluralismo. Una cosa es informar y otra opinar, algo que no se debe mezclar cuando se cuenta algo, pues ese sigue siendo, en una u otra plataforma, el objetivo de un periodista desde los orígenes.

 El acto resultó bonito, bien organizado y entrañable, y en él se recordó también la figura del fotógrafo fallecido, Álvaro Díaz Villamil, que trabajó en casi todos los medios de comunicación de la provincia, incluido Nueva Alcarria, y al que todos queríamos y valorabámos. La placa la recogió su hija. Felicidades compañeros.