La generosidad impagada de Guadalajara

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Al almacén de gas natural de Yela y al ‘almacén’ de agua de Entrepeñas y Buendía se suman ahora las amenazas de otros dos almacenes: el ATC, que albergaría todos los residuos nucleares que se generen en la península; y otro que acogería las emisiones de CO2 realizadas por las centrales térmicas españolas.
Muchos alcarreños se preguntan si no sería mejor que a la provincia fuera a parar un almacenamiento que recogiera todo el oro que se produce en Europa. Sin embargo, los sufridos guadalajareños dan agua a Levante; darán gas a la península y tienen en su territorio nada menos que dos centrales nucleares, aunque una de ellas se encuentra en la recta final para su completo desmantelamiento. Todavía queda mucho para decidir cuál o cuáles serían los lugares en los que se emplazaría el silo de CO2, pero, acostumbrados a lo peor, muchos se pondrán en guardia. Como mal menor, estas instalaciones suelen aportar compensaciones a los perjuicios potenciales que pueden provocar. Sin embargo, la mayoría preferiría no tener que recibirlas. En caso favorable, Guadalajara se alzaría en los altares españoles como la mártir de las mártires. Y la más generosa de las generosas.