La gestión del agua de los embalses

Los miedos son más que justificados si tenemos en cuenta que las dos primeras semanas del año hidrológico (1 de octubre de 2009-30 de septiembre de 2010) acumulaban cerca de un 46 por ciento de déficit hídrico, ya que a fecha de 13 de octubre se recogieron en España 17 litros por metro cuadrado de lluvia, frente a los 29 litros por metro cuadrado que deberían haber caído en una situación normal. En esta situación, que no es alarmante pero que puede serlo en enero o en primavera, hay que gestionar muy bien el agua que tenemos en los embalses. La Mancomunidad de Aguas del Sorbe confía en que las lluvias previstas para los próximos días en el alto Sorbe sean suficientes para que el nivel del embalse suba y salga, por tanto, de la situación de prealerta actual. Sin embargo, Beleña almacena prácticamente la mitad de agua que debería tener como máximo en esta misma época, según establece el plan de sequías, donde el volumen máximo se fija en 37,65 hectómetros cúbicos. Son estas situaciones de riesgo las que están generando la necesidad de crear una progresiva interconexión de los sistemas de suministro para hacer frente a periodos largos sin lluvia. Eso es precisamente lo que se pretende en la versión preliminar del Plan de Ordenación Territorial de Castilla-La Mancha. En este macroproyecto se localiza la ejecución de un ramal de 26,70 kilómetros de longitud que uniría el sistema del Sorbe con el del Tajuña, a través de una conexión con la tubería de Chiloeches. Además, destaca otra obra que se llevaría a cabo y que afectaría al sistema Algodor, que cuenta con una conexión con el embalse de Almoguera, con los sistemas de Picadas I, Picadas II y Alberche. Todo para evitar el desabastecimiento y hacer válido el refrán de más vale prevenir...