La guerra del veneno

31/01/2014 - 23:00 Luis Alberto Hita

Se han ido!. La gente de Centenera dice que se han ido. Ya no hay palomas en la torre de la iglesia. ¡se han ido!. Ya no hay lechuzas en la Peñacaída, ni grajillas cenicientas en la Quebrada, ¡se han ido!. Ya no hay mochuelos en la canaleja, ni buhos reales en los peñascales. Ya no hay cenícalos en la Peña Blanca ni gorriones chillones en la piedra de los balines, ¡se han ido!. Ya no hay trigueros, ni collarvas, ni estorninos, ni hurracas, ni pájaros insectivoros, etc. En el río Matayeguas ya no hay peces ni culebras de agua, ni cangrejos, ni pollas de agua, ni ranas, ni ratas de agua, etc. Por culpa de los venenos de la agricultura y del agua envenenada del alcantarillado público ha desaparecido la vida de los ecosistemas naturales de la vieja Alcarria. ¡Nos hemos quedado solos.