La huida a Egipto

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Fernando Almansa
La situación de aislamiento de la población de Gaza , desde que Hamás se hizo con el control exclusivo de este territorio en junio de 2007, ha llevado a los palestinos que habitan allí a una situación desesperada.
El bloqueo impuesto por Israel, que paralizó el suministro energético y de bienes básicos, es el responsable directo de la muerte de varias personas, que no han podido ser atendidos médicamente en hospitales o en sus hogares.
Israel, el Israel oficial del Gobierno de Ehud Olmert, da de nuevo la espalda al Derecho Internacional Humanitario, y a los principios más básicos del humanitarismo. Sin embargo y aunque en la prensa de España casi no se refleja, existe una población civil Israelí que no apoya en modo alguno las decisiones de su gobierno en materia de violación de los Derechos Humanos y al contrario, han salido a la prensa, en apoyo de la campaña internacional contra el bloqueo de Gaza (http://www.end-gaza-siege.ps/).
La desesperada reacción de los palestinos que han roto la reja fronteriza con Egipto, es sólo un respiro consentido por Egipto, y mal tolerado por Israel, que juega a agotar a los palestinos de Gaza, sin llegar a la masacre total. Toda una estrategia maquiavélica inhumana y de terror.
Israel, amenaza a cualquiera que no siga sus dictados, y Mubarak se mueve entre dejar respirar a los palestinos por unos días, o ceder a la presión de Estados Unidos e Israel, para recomponer el “status quo” fronterizo. La solución propuesta de encargar a Al Fatah el control de la frontera de Rafah, parece un mal equilibrio.
Mientras la frontera de Rafah, pueda permanecer abierta, la población de Gaza, cerca de un millón y medio de personas, podrán sobrevivir, aunque precariamente por un tiempo corto. Pues sin economía propia no habrá dinero y la inflación en el gran mercado de Rafah, agotará aún más rápidamente, las raquíticas economías de los palestinos.
Es urgente que Hamás deje de promover los ataques con misiles “Qassam”, y que el diálogo entre Hamás y Al-Fatah se reestablezca. Pero es igualmente urgente que Israel, respete el Derecho Internacional, levante el asedio sobre la franja de Gaza, y busque una solución justa de paz bajos los auspicios de Naciones Unidas, y no a la sombra de Bush.
Una vez más, como en tantas ocasiones, la población del actual Israel, sean judíos o palestinos, cruzan la frontera con Egipto buscando refugio; miles de familias, como ocurrió hace dos mil años cuando la sagrada familia, y con ella muchas otras más huyeran de la persecución del imperio romano, bajo el decreto de Herodes. Esta vez no es un imperio externo quien persigue al pueblo, son hermanos contra hermanos, pueblo contra pueblo, que están condenados a vivir juntos, y en paz, en un futuro próximo.