La labor de la Fundación Nipace

La necesidad convertida en oportunidad. Así definió Antonio Román el pasado jueves el proyecto, hoy puntera realidad, que iniciara Ramón Rebollo con el aliento de su mujer cuando pensaron en cómo ayudar a su hija Raquel, ‘Raquelilla’, aquejada de parálisis cerebral. Era el año 2004. Su gran virtud fue compartir los tratamientos, las últimas técnicas, las formas de proporcionar una vida un poco mejor a estos niños, con todas las familias españolas que tienen en su hogar un pequeño afectado por este mal. El segundo gran mérito de estos padres, como todos, enamorados de su niña, es el no conformarse con los logros que van obteniendo y seguir buscando máquinas, terapias, opciones distintas, que permitan mejorar la calidad de vida de estos menores. En ello trabajan sin desmayo Ramón y su equipo directivo. Así, en la actualidad, Fundación Nipace, que abrió su primer centro en 2007 en un local que fue sede también de este periódico, se ha convertido en una referencia nacional en la lucha contra esta enfermedad disponiendo de un equipo de profesionales altamente cualificado, una tecnología avanzada que se perfecciona con los últimos adelantos del mercado y óptimos servicios. En esta labor han sabido ganarse el apoyo de las distintas administraciones públicas y de algunas entidades privadas que les permiten la adquisición de la costosa maquinaria de la que disponen. La presencia, este jueves para conocer el último robot, de representantes políticos de Ayuntamiento, Diputación, Junta y Estado, así como de todos los medios de comunicación provinciales, evidencia el respaldo de la sociedad a un proyecto humanitario lleno de amor, entrega y resultados. La inminente colaboración con el Hospital de Parapléjicos de Toledo supone otro paso adelante en la voluntad de hacer cada vez un poco más. La sonrisa de los niños y sus avances demuestran que la lucha merece la pena y que es una causa de todos. Una forma de demostrarlo será votando a Nipace en www.votanipace.com para su participación en los premios Inocente Inocente.