Intentemos poner las cosas en su sitio: la llamada "Ley Sinde" que tantas
polémicas está generando no es sino un puñadito de líneas de algo que debería
ser mucho más importante como es la famosa e incomprensible "Ley de Economía
Sostenible", aquel hermoso título que se inventó sobre la marcha el presidente
Zapatero y que anunció públicamente ante el estupor de los suyos que nada sabían
del asunto. Luego se descubrió gracias a "ABC", creo recordar, aquel no menos
famoso fax de Presidencia pidiendo con urgencia a los distintos ministerios
ideas y propuestas para dar contenido a esa Ley que sólo tenía nombre. Y todos a una empezaron a mandar cosas para ver si así lograban hacer un
algo presentable en tiempo y contenido; se resucitaron viejos proyectos
arrinconados, se inventaron disparates que no pasaron el filtro, se lanzaron
proposiciones sin ningún estudio previo y poco a poco pero con cierta urgencia
se fue llenando el cesto de la solemne Ley de Economía Sostenible. De cómo llegó
hasta allí lo que hoy se debate como la "Ley Sinde" no es pues ningún misterio
porque todo valía con tal de llenar el anuncio del presidente. Más difícil es
responder qué tiene que ver una ley contra la piratería con la economía
sostenible, pero esa pregunta resulta demasiado complicada para nuestros
gobernantes. Hemos quedado en que valía todo con tal de que llegara la fecha y
ZP pudiera presentar su gran proyecto aunque nada tuviera que ver con nada y
hasta se propusieran cosas contradictorias. Para un Gobierno -y para una
política en general- donde las formas son lo único importante, la pobreza y
hasta el absurdo del contenido carecían de importancia.
Y así las cosas a la ministra Sinde le tocó cargar con el marrón de la una
ley mucho más amplia y mucho mas incongruente. Y podemos ya discutir lo suyo una
vez encuadrado el tema donde debe estar. Y lo primero que te viene a la cabeza
son dos cosas: una reflexión necesaria sobre las nuevas tecnologías y la
barbaridad de que no sea la Justicia quien decida cerrar una página web. En mi profesión esas NT ha terminado con un gremio tan castizo y
entrañable como el de los linotipistas y nadie ha puesto el grito en el cielo.
Yo no estoy a favor de la piratería pero cuando se inventó el CD imagino que los
fabricantes de vinilo lo tuvieron fatal y tampoco nadie puso el grito en el BOE.
Y así todos los ejemplos que se quieran. Han dicho los tribunales que el
intercambio es legal así que entre todos tendrán que buscar fórmulas que desde
luego no pueden ser los cierres de paginas por decisión política. Y ya puestos a
proteger derechos de autor, qué se puede hacer, por ejemplo, con los pintores
que pierden todos sus derechos en la primera compra de su obra y no participan
de las plusvalías que generan las sucesivas ventas de sus cuadros. Hay tanto
sobre lo que pensar, que sacarse de la manga con prisas y tan mal una ley
antipiratería ha sido un error incrustado en otro inmenso y absurdo error
llamado Ley de Economía Sostenible.