La llegada de los Reyes Magos

07/01/2016 - 23:00 Pedro García

En recuerdo de los presentes que los Magos llevaron al Niño Dios es tradición que en muchos países se obsequie con juguetes a los niños “y con regalos a los no tan niños” el día 6 de Enero. Para los más pequeños es una fiesta llena de ilusión. En muchos lugares hay una cabalgata por las calles principales de la ciudad la víspera, en ella los niños pueden ver a los Reyes (o más bien a sus emisarios pues a los Reyes casi nunca se les ve).
Antes de acostarse se colocan en el salón los zapatos bien lustrados (otros ponen una bandeja de plata bien limpia o un plato de cerámica artísticamente decorada) con el nombre de la persona para que los Reyes sepan dónde poner los regalos de cada uno. Hay quien coloca allí una carta dirigida a los Reyes; otros ponen en el plato o bandeja unas almendras o turrones “para los camellos” y una copita de licor para los Reyes. En fin hay de todo.
El día 6, desde temprano los pequeños están ya despiertos y rondando el salón de la casa, que se encuentra cerrado “los Reyes ya han pasado” pues no se podrá ingresar allí hasta que los mayores de la familia esté preparados para ello.
Sin embargo, los primeros que entran en el salón para ver los regalos son los más pequeños y, curiosamente, por estricto orden de menor a mayor. Es realmente pintoresco ver a los pequeños, quienes a veces escasamente se mueven por si mismos, entrar con unas fisionomías serias y a la vez llenas de ilusión. ¿No es bonito esto?