La lucha contra incendios

Sin embargo, y lejos de los que se cree, las abundantes lluvias del invierno no tienen por qué disparar el riesgo de incendios y, de hecho, su evolución ha sido muy positiva en lo que va de año en nuestro país: la mitad de la media del último decenio. En los primeros meses del año sólo se registraron dos grandes incendios (500 hectáreas), frente a los cuatro en las mismas fechas del año anterior. De hecho, en conjunto hubo 2.800 incendios frente a la media de 5.700 de los últimos diez años. En la próxima campaña contra el fuego, la clave no son tanto los medios humanos y materiales dedicados sino la prevención sociológica y socio-económica, porque el 95 por ciento de los incendios lo causa la mano del hombre (el restante 5 por ciento se debe a los rayos). No hay que olvidarse de que los montes rentables nunca arden, de ahí la importancia de implicar a los dos millones de propietarios forestales que hay en España en la gestión y aprovechamiento de las superficies forestales. Aunque no hay nada mejor que apostar por la prevención, la preparación para actuar en caso de extinción se hace fundamental. Lo ponga más o menos difícil el viento y las temperaturas, la Junta de Comunidades parece estar preparada para cualquier incidencia. El consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro, recordaba ayer en Guadalajara que el presupuesto destinado este año para la campaña contra incendios asciende a 118 millones de euros, un 5% más que el año pasado, lo que permitirá un incremento de medios personales y materiales, así como la continuidad de la campaña a lo largo de todo el año. Pero previo al trabajo de extinción, la campaña contempla también el plan de prevención, con programas de educación y concienciación ciudadana y trabajos de selvicultura y el plan de detección y alarma, que en este año cuenta con importantes mejoras. Sólo si se contemplan todos los frentes resulta verdaderamente eficaz la lucha contra incendios.